jueves, 28 de septiembre de 2017

Poema

CAN VALIENTE

Can de canes
que adora a su dueño,
duerme en la acera
entre la vida y la muerte.
Sus ojos relucen
lo que la felicidad es un tesoro inmenso,
el valor de un héroe,
él, un can tumbado
observando cómo cruza el día
sobre su cabeza
de pobre inocente.
Mientras su dueño es operado
de un infarto al corazón,
mendigo de su animal
que espera como can valiente.
Y pasan las jornadas,
las tardes, noches
y hasta las madrugadas,
y cuando la espera se hace esperar,
el can contempla los pasos de la gente.
"¿Dónde está mi dueño?",
pensará, perro auténtico,
joven y fuerte.
El mejor amigo del hombre,
ese que espera en la calle
ansiando a su dueño,
el único que lo quiere.
Un mes se evapora
en las esperas tristes del can,
cuando ya ni por vencido,
aún esperando,
un extraño vacío siente.
Alertado, entra al hospital,
a donde todo huele a jeringuillas
y médicos con pacientes.
Y allí estaba,
muerto, en una camilla blanca,
pura como él mismo: su dueño.
¿Y dicen que los perros no lloran?
Este can, amigos míos,
era el ser más obediente.

© 2017 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.

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