domingo, 12 de marzo de 2023

El Renacimiento español

       El Renacimiento español es uno de los más representativos en nuestro país, ya que ha sufrido una mayor revolución a nivel tanto artístico como cultural. Se originó en Italia el Renacimiento en el siglo xv y se expandió por el resto de Europa.

      Este Renacimiento fue impregnado por la mano de la llegada de la imprenta a nuestro país por el mismo siglo, año 1471 d.C.; al siguiente se había impreso el primer libro, titulado El Sinodal de Aguilafuente. En esta época se había reunificado Granada, la que fue la etapa final del reino islámico, así como las siguientes batidas contra el mundo musulmán asentado en España, varios de ellos convertidos al cristianismo. En esta época también surgió la famosa conquista de Cristóbal Colón: el Descubrimiento de América (1492).

      El Renacimiento español estaba íntimamente “casado” con la monarquía católica, es decir, era un mundo artístico dedicado por y para ellos. Se deja atrás la parsimonia de lo medieval y lo gótico para empezar a sentir una nueva era del arte. Llegaban artistas de Italia para fomentar sus dotes en España, así como el magnífico Quattrocento y el Cinquecento.

      El mecenazgo de Carlos i fue fundamental para la extensión del nuevo arte. Se lograban obras nunca vistas por los ojos de la antigüedad. Artistas como Juan de Juanes o Pablo de San Leocadio dieron su maestría para crear obras como La Santa Cena y Virgen del Caballero de Montesa.

      La pintura estaba entregada al óleo, por lo que la ligereza de las escenas era semejante a la de contemplar un paisaje libre de muchedumbre. Las sensaciones italianas estaban muy presentes como los adornos clásico (estilos romanos o griegos), así como los motivos boscosos, las ondulaciones de ropajes largos y los rostros serenos como los mismos dioses.

      El Greco fue uno de los mejores pintores y más conocidos actualmente. Fue el que forjó el Manierismo en España y lo llevó a la categoría suprema del arte. Juan de Borgoña, Rodrigo de Osona o Alejo Fernández, entre otros, fueron unos cuantos de los que más destacaban en la época. El entierro del Conde Orgaz, pintura del Greco, tomaba parte el escenario religioso, tema clásico, y sus acciones que alimentaban la fe de los feligreses y de quienes deseaban cultivar su alma con esta maestría.

      Siglo después, el arte de la escultura española había surtido este efecto tan tardío, después de suceder en Italia. El gótico era un “germen” que todavía seguía gustando mucho a la gente, y sus esculturas eran reacias a cambiar de “moda”. Muchas de ellas fueron echas por escultores italianos llamados de su propio país para engendrar en España ese aprendizaje posterior de ellos. El material más utilizado eran el bronce y el mármol. Destacaba en estos grupos de artistas italianos las obras de Miguel Ángel, como la de San Juanito.

      Los temas escultóricos se desarrollaron más en los temas religiosos, en sus sepulcros y en sus decoraciones de este tipo. También era aplicada a la arquitectura como una decoración fastuosa para el público. La piedra era el material más empleado, ya que era el preferido y el perfecto para trabajarlo fácilmente y sin mucha complicación. Después, el mármol y el bronce ofrecían el toque final. Aunque el más representativo era la madera con policromía, la cual era tratada como un dorado cocido. Los retablos eran recubiertos con oro, aunque un recurso encarecido, servía para la maravilla de la gente y la propia obra. Este tipo de retablo fue una herencia del gótico, pero con las modificaciones necesarias para esta época dorada, tal y como lo exponían sus propias obras. Era un recurso necesariamente obligado, ya que ayudaba, además, como soporte arquitectónico. Uno de estos ejemplos lo podemos contemplar en el retablo mayor de la Catedral de Astorga, de Gaspar Becerra.

      La arquitectura había sufrido tres tipos de etapas: plateresco, purismo y herreriano. El primero había optado por un estilo del sur de Italia, de la Corona de Aragón, quien dominaba en la época, y fusionaba tanto técnicas italianas como españolas. El purismo veía agravada su ornamentación, por lo que la decoración era menos. Más aún en la tercera etapa, donde continuaba esta ausencia, pero con motivos religiosos. Lo herreriano fue en nombre a Juan  de Herrera.

 

© 2023 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).

España.




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