Desde la mísera luz del universo,
cae la noche acérrima, tinieblas,
penumbra esa que encumbra la paz,
la voz de un muerto.
Brisa, noche, sol que entra por este hueco
de mis hijas, poesías enredadas
entre tantas horas, días y años,
letargos entre madrugada y sueño.
Viene a mí tu silueta, diosa de fuego,
tus manos tocaron estas letras,
sintieron el poder del amor…
Y así fueron niños; así llegaron tan lejos.
© 2023 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.