domingo, 19 de marzo de 2023

El Renacimiento español - Pintura

       El Renacimiento español comprende ese período en el que la cultura española ha sufrido un drástico cambio en cada una de las categorías de su arte, entre ellas, la más realzada: pintura. Esta etapa comprende el siglo xvi en las Coronas de Castilla y Aragón. Tras la llegada impulsiva del Renacimiento italiano, se generó por toda Europa una nueva corriente artística, a toda ella revolucionaria. Artistas de todo mundo se acercaban por lares desconocidos para practicar como alumnos estas nuevas artes, o ser sus propios maestros.

      Este tipo de renacimiento se caracteriza por la existencia de temas religiosos, decoraciones donde los santos y las escenas de Jesús son las más representativas, no solamente a nivel nacional, sino internacional. Sin descartar otros temas como la mitología o la historia, los objetos, paisajes y seres con diferentes formas han dado como resultado en las manos de los artistas un detalle sorprendente en sus siluetas, músculos y hasta en sombras y luces. Los retratos han provocado una alusión al mundo virtual más magnífica jamás conocida para esta época, casi realista y con el corte típico que merece su renacimiento artístico.

      La belleza en cuanto a los mecenazgos monárquicos pudieron obrar milagro vivo en el arte, fue una convulsión para el pueblo. El mundo sufría un efecto encadenante de cultura capaz de regalar no solamente cultura, sino economía y grandeza.

      Por este siglo, la gran figura de El Greco fue la más predominante. Su prolífica obra destacaba sobre su mundo como las más conocidas hasta el momento, llena de fama, éxito y categórica mano artística. Destacamos El entierro del Conde Orgaz como una de las primeras en mente, hecha en el año 1588 d.C. y donde advertimos esas características entre luces, sombras y estilismo tan especial que hace referencia a una nueva técnica artística.

      Dividimos este Renacimiento en tres períodos. El primero abarcaría la atención absolutista del gótico todavía puesto en firme paso. Las escuelas flamencas dedicaron también su moneda a gerenciar en cuanto a nuevas enseñanzas, de las que salieron grandes alumnos. Uno de los artistas destacados aquí fue Rodrigo de Osona, con su Calvario en la Iglesia de San Nicolás, estilo que figuraba por su energía italianizante.

      El segundo ciclo comprende en Valencia, así como en el primero, el lugar donde la nueva moda renacentista se encauza a un nivel mayor. Vicente Macip, artista con dotes italianas, se reafirma por su obra del retablo en la Catedral de Segorbe, con escenas religiosas, sobre todo de Cristo. Aunque su hijo, Juan de Juanes, fue mucho más popular y conocida su obra expuesta en el Museo del Prado de Madrid. No obstante, Sevilla fue el lugar más consagrado para trabajar el Renacimiento español. El artista más destacado de este período fue Luís Morales, uno de los líderes del Manierismo español. Una de sus obras conocidas, Virgen con niño, representa el óleo sobre tabla marcado por una técnica detallada en las facciones de sus personajes y ambiente oscuro.

      Durante el último ciclo, la influencia de Miguel Ángel llegó a España con un retrato más sentido y marcado. Se destaca aquí la figura de Alonso Sánchez Coello, quien fue retratista del rey Felipe ii. La llegada de la Contrarreforma se vuelve interesante en esta etapa. Destacan las obras con musculatura de Gaspar Becerra, influenciado por las de Miguel Ángel.

      Variados artistas se convirtieron en grandes sabedores de la pintura renacentista española, por lo que dieron a conocer en su era la mayor arte hasta el día, y perdurable al futuro de hoy.

 

© 2023 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).

España.




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