miércoles, 25 de noviembre de 2020

Profundidades

Cuando el amor permanece en calma, 

la tormenta precede,

el aire apaga el silencio,

las lágrimas encienden mi lámpara.

Corta mil preguntas mi alma:

¿por qué?, ¿cómo fue?, ¿qué ocurrió?;

mis sentidos crecen una angustia

como teje su red una araña.

Decapitado, fuerza llana,

si las noches son mi día,

para qué dormir mi problema;

mejor darle una vida desgraciada.

Y cuando llegue ese día de parcas

estaré en mi sótano,

vampiro de los poemas,

seductor de la nada.

© 2020 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).

España.

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