sábado, 27 de abril de 2019

Cursilados

Maldigo aquel día en que empezaste
a llamarme como a una lenteja,
a ser un niño cursi,
en vez de mi hombre poeta;
me obligaste a comportarme como tú,
infantil, risueña, feliz y coqueta,
y la verdad es que me fascinaste,
me guiaste con nueva letra
por mundos tortuosos como Caperucita,
o como una extraña princesa.
No, bendigo aquel día
por no sentirme como una muñeca,
sino cual reina de los cuentos,
y única a tu vera.

© 2019 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.

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