Esos, con los que andas,
siempre estoy a tus pies.
De ellos vives, sientes y padeces
los desprecios del mundo,
la alegría de verme,
esos son los que me encantan.
Con tacones de pilares,
sus dos correas, vida y muerte,
te los cierra con la elegancia inteligente
con la que la Mujer limpió, amó,
los mismos de Dios, al que lloraban.
Con los dedos asomando,
cabezas sin forma, olor a jazmín,
por ellos voy para reyes,
de reyes a perder el juicio
por esas cabezas con visera blanca,
uñas que rasgaron mi corazón y alma.
Esos, ¡pies, Señor!, locos,
todos perdemos la nube que nos sostiene
en esta vida y la trastienda,
por esos caminos a los que vas, mi musa,
sin importar si un talón te miente,
siempre sucumbiré ante los pies de mi amada.
© 2021 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.