ROSETA: LA DAMA MEDIEVAL
Rompí el óvalo vudú,
rojo, como el conde Don,
raro, igual que su juventud,
ristra de odio en pos.
Recé a culpa de su tabú,
rancia y gélida canción
rociando mi poema de luz,
regando su bosque, sin su aceptación.
¡Ramera petulante con tu actitud!,
rajas mi pasión,
ríes a suelta multitud
rimando con tu vil ocasión.
¡Ragnarok en copa, a tu salud!,
"renegado seas tú, mandón",
rubí empeñado de sádica esclavitud,
ruega sin mi adiós.
© 2018 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.