EL BESO
Me encanta ese beso de ella,
es tierno, dulce y mágico
como la mano blanca de la niebla
o el origen del Todo,
en voz de este simple poema.
Un beso que todo lo tranquiliza,
de un vacío, todo lo llena,
deja que las sombras en los labios
se conviertan en itinerantes estrellas:
mil soles de besos castos.
Me gusta mucho cuando me besas,
que con tersura me ansías,
me trasladas en forma de caricia lenta,
como si fueras una mágica palabra
pero dicha en silencio, de leyenda.
A veces es extraño ese beso
porque en un instante me haces marea,
me desmayas en un canto selecto,
yazco en tus manos, dedos y yemas,
esos tus dedos que riman con lo eterno.
Tu beso es una obra maestra,
todos los días lo necesito
como sangre al humano de la Tierra;
un beso tuyo cada día,
me calma toda espera.
© 2018 Elías Enrique Viqueira Lasprilla.
Eterno.
España.