Arcoíris, el ave flamante
que viaja entre los tambores,
claman su vuelo vibrante,
nos lleva lejos de los desertores.
Ave valiente, gran inmigrante,
por el mundo vagas sin señores,
protectora, rejuveneces ante
la naturaleza de los vigores.
Viento te mece, cuna vigilante,
como suspiro de las flores
cuando ven tu sino amante,
el camino de los lores.
Ella nos lleva tan elegante,
nos refugia en sus valores,
beso en frente, luz al instante;
besos de esos emperadores.
Nido su plumaje imperante,
cama nuestra, abrigo de senadores,
hoy soy tu coraza radiante,
mañana, el amor de todos tus amores.
© 2018 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.