Las horas llaman, cabestrillo fatal,
la paz se desmorona, caótico ser,
acumulas mis males en tu tesoro,
alma endiablada, rompe felicidad.
Me irritas, carcomes mi sinceridad,
prohíbes todas mis fortalezas
en pos de un sinvivir,
demonio llamado rencor, pura crueldad.
Matas mi cuerpo, pero no mi libertad,
ansias ser como yo, lo que logras es más odio,
envidia de un dios,
nunca sabrás lo que es la humanidad.
© 2022 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.