viernes, 8 de marzo de 2019

Maltratada

Cuando llegas de trabajar
no hueles a mi sonrisa,
solo a odio y furia;
ten en cuenta que soy tu mujer.
Levantas la mano,
signo de herejía,
contra mis ojos:
enamorada de un hombre cruel.
El alcohol, tu amante ahora,
quien me discrimina,
quien me juzga por ya no tener
tus caricias: refugio de mi ser.
¿Qué haré ahora sin ti?,
tener un marido destrozado;
echo de menos tus besos...
Tus besos: Dios en mi piel.

© 2019 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.

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