lunes, 7 de septiembre de 2020

De jóvenes

La vejez yacía en tu piel, amor, 

ataviada de luz, ángel perdido,

moscas en las montañas

alejaban su peste de tu calor;

y el verde… Verde era mi color,

abrazado de ello, pasto, silencio,

inquietud, castidad para el mundo

que duele tanto como mi dolor.

Y te vi de lejos, amor…

Sonrisa misma del mar

cuando sus olas mueve

en honor a la orilla, templadas al sol.

Tus pasos lozanos, pies de carbón;

cruzaste mi mirada, orbes de paraíso;

dejaste atrás, con humildad, el espero…

Nos dijimos todo en un modesto adiós.


© 2020 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).

España.

Me gusta

Compartir