domingo, 9 de diciembre de 2018

Ascua

Las llamas de la hoguera,
chisporroteos del juego,
como un niño, ahí me planto,
observo lo que tanto me espera.
Tú y yo, que mucho nos uniera,
allá arriba, donde estés,
rezo porque escuches mi voz,
siempre vivo a tu vera.
Oh, señor, ven a quien te quiera,
yo aquí, tumbado en la alfombra,
por la ventana, mi mirada de serafín,
niño soy en tu abrazo me vistiera.
Oh, señor, escucha mi manera,
te escribo esta poesía en carta,
para cuando te suicides por el tejado,
Papá Noel, no te quemes en mi hoguera.

© 2018 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.

*Dedicado a un santo gordinflón.

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