Tengo piernas para subir montañas,
pies para dejar mis huellas,
caderas con las que bailar el tango
y cintura en la que mover salsa.
Tengo pecho que guarda el alma,
corazón de fuego, árbol por venas,
pulmones libres, sangre con etnias
y del mundo tengo todas las razas.
Tengo el canto de voces anchas,
manos que mueven el planeta,
brazos para dar abrazos,
don de gentes y gentes de mi Casa.
Tengo tierra en mis uñas, blanca,
blanca como mi piel la tengo,
también dedos para escribir
la historia de mi saga.
Tengo arrugas y tantas canas,
con mi pelo unto la juventud,
de mi boca doy besos
y de besos llenan mi cama.
Tengo de todo y nada,
solo vida tengo, y mucha;
pero cuando quede anciano,
¡mi nombre será eterno en mi lápida!
© 2020 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.