martes, 30 de octubre de 2018

Mundos

Nuestros mundos, unos con otros,
cielos azules, futuristas, desérticos,
a tan llenos de vida, también,
como tantos y demás bellos.
Eres el dulce de mi niño interior,
ese que no deja de chillar secretos,
a los ojos de tantos ángeles,
me muero en tus brazos, en tus misterios.
Tu olor... Es un mantra, un trance,
uno de esos que llegan a esotéricos,
sabor natural, dulce, salado, uva,
melocotón, turrón y a quesos.
No redimo de cada uno, preciados,
cada cual es mi ser, todos ellos,
y en ti puedo vivir en paz,
vivir por todo lo alto, juntos, eternos.

© 2018 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.

viernes, 26 de octubre de 2018

Etapas

Niños que pisan con los pies del cuerpo,
se visten por la infancia,
son como ángeles del tiempo,
que buscan felicidad sin importancia.
Los juguetes, son el dulce cortejo
para aquel que tiene ignorancia,
lo llevan por el buen sendero,
por el camino de la abundancia.
Su juventud lo pierde de bueno,
malo por un instante de beligerancia,
luego regresa a su esmero,
a la esencia, a su elegancia.
Porque ya de adulto experto,
se dará cuenta de su vida, en la distancia,
que ahora pisará con pie nuevo,
con los de su alma, con los de su sustancia.

© 2018 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.

martes, 23 de octubre de 2018

Apegos

Qué son los deseos del vagabundo,
si no terminan con un beso
que lo devore por dentro,
sobre todo por cada segundo.
Qué es la vida de un moribundo,
si no acaba por descubrir
lo que necesita de verdad:
vivir en el alma de lo más profundo.
Por este lugar, y tan rotundo,
desconozco la muerte de un rey,
el valor de los inocentes,
el sueño de todo mi mundo.

© 2018 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.

viernes, 19 de octubre de 2018

Marinero

¡A toda vela!, mi barco y su figura,
rompeolas y jactante timonel,
¡arriba las anclas!,
el poder de las aguas en altura.
Por más noches, a oscura,
escribo mi diario con sangre de ron,
piratas de mis venas,
viajaré a por más aventura.
¡Cañones a bordo!, hombres de la basura,
esos marineros del mar,
benditos cada uno con sus corajes,
aguardiente y funerales sin cura.
Pájaro loco, ¡tu pico no madura!,
no deja escribir mi pasión,
no callas ni por una galleta,
tus gritos son una irritante armadura.
¡A por las espadas!, esto es una tortura,
la que precede una gran tormenta,
puercas sanguijuelas de los océanos,
yo mando sobre las aguas, y su hermosura.

© 2018 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.

martes, 16 de octubre de 2018

Artista

Me visto de pintura
en lo inmaculado de tu cuerpo,
para artista no me trato,
soy solo el contorno de tu figura.
Los lienzos de esta noche oscura,
ya no están en mis manos,
engendros de lo más bello,
circenses de los colores de esta locura.
Veo un cuadro en tus ojos, mi lectura,
blanco, pálido, níveo, llano, simple...
bosquejo de quien esté enamorado,
pobre de mí, ay, de mi premura.
Fanático me llamo, santa criatura,
roja quedas, azul relajante, verde esmeralda,
y no poseo más matiz que el de un beso,
holgado y ansioso para el rostro de la cultura.
¡Date prisa!, mi corazón me apura,
por más que insisto en abrazarte,
contento no vivo, sin luego amarte,
por los siglos de los siglos, en mi escritura.

© 2018 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.

martes, 9 de octubre de 2018

Ancestro

El cielo emerge con enérgico corazón,
seduce el cuento más atrevido,
escribe la historia de una leyenda,
la nuestra se hace mito y pasión.
Removerán los océanos de esta habitación
los ancestros del enigma,
los preludios de la noche,
los estigmas de este nuestro amor.
Se nos hace verso de dragón
el bello mundo que habitamos,
hecho por almas y ancianos,
hecho por la sonrisa de los dos.
Como la Tierra misma, fruto de un león,
entre tus dedos, sostenida,
como si la estuviera escribiendo
con la misma Mano de Dios.

© 2018 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.

sábado, 6 de octubre de 2018

Destintado

La noche se hace papiro
en los eternos sueños de mis manos,
entre los dedos con los que te amo,
por los orígenes de estas orillas de mi suspiro.
Tinta, ella escribe cuando te miro
en el espejo del blanco durmiente,
ahí él, esperando que mis palabras
rebusquen la musa de la que me inspiro.
Tú, escriba femenina que tanto admiro,
haz que el sol reluzca por los bordes
de esta saga que sobreexcede lo imposible,
lo mágico, lo llano y todo lo que respiro.
Mis velas se tornan en un vampiro,
me chupan el sueño para poder dedicarte
tantas palabras como el Libro de Dios tiene,
tantas como el cielo azul zafiro.
Mi almohada, ahora mesa de mi ancestral retiro,
en ella soporto el peso de mi intelecto,
de mi filosofía, ciencia, matemáticas,
ética y pobres letras de gran poeta al que aspiro.
Pero en todas estas noches que deliro,
por cada una a la mente me llegas,
me vienes hasta vestida de primera humana,
por tu amor, con el que siempre conspiro.

© 2018 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.

miércoles, 3 de octubre de 2018

Magia

El comienzo de algo bonito,
el existir en otra persona,
el sabor y saber de su boca,
la metamorfosis de nuestros cuerpos.
Quién sino seríamos nosotros,
qué somos, me preguntas también,
entre sin alientos y besos fulminantes,
conquistando el efluvio del universo,
tan solo rezando divinidad, fuego,
carisma, devoción, lujuria y fusión.
Esos ojos penetrantes, discernientes,
escudriñando una pregunta sin respuesta,
entre millones de gemidos, escribas de la pasión,
entre deseos y sueños, y alabado sea Dios.
¿Qué es eso? Me pregunto,
y la magia hace acto de presencia,
despolva lo que estuvo oculto,
hace un milagro, como una hermosa aparición.
Sí, esos ojos que restallan de imperio
se suceden con los míos,
los continentes se separan, el mundo se parte en dos,
lo que perdura, nosotros, entes de otra nación,
como un calco hecho por el destino,
palabras en silencio, hechizos del cosmos.
Eso somos, omnipotente amor de tú y yo.

© 2018 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.

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