Desde lo más humilde,
cada ser busca su vida,
no aúna con la de otros,
muere por cada día que pide.
¿Cincuenta céntimos? ¡Eso me sirve!
Dar fe de una jornada viva,
poder oler los restaurantes,
la quema de nueces,
almendras, castañas y jengibre.
Más de una moneda, me dice,
quien me otorga una ilusión,
me guarda esperanzas
para poder comer otro día, triste.
© 2022 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.