lunes, 18 de junio de 2018

Besos y más besos

Los besos de los desiertos
que antaño fumaron el puro
de la guerra y la victoria,
por Cleopatra y su cuerpo.
Los besos que calmaron
la ira de los dioses,
masajes cálidos por la voz,
convertidos en sagrados textos.
Los besos que lloraba esa mujer
por esperar a su soldado,
de regreso con honor y gloria,
clavado en su espada de caballero.
Los besos que envía el aire
cuando de esos labios fluye
el poema que nunca obtuvo medalla,
sino un anillo en el dedo.
Esos besos que fueron dirigidos
a los profetas, reyes, vivos y fallecidos,
los que en cartas se quedaron,
por el camino en forma de sello.
Besos en vela, quemados, en ceniza,
aquellos que de ancianos
bebieron de la agonía, de la felicidad,
o siempre estuvieron muertos.
Besos de mudos, de sordos,
de ciegos y de libertadores;
un beso dado a la bandera,
un beso por el país entero.
Ese beso que añoro a segundos,
un beso al alma, a la vida,
que cuando lo poseo de ti,
me das todo lo más quiero.

© 2018 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.

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