Imagino tus besos de la estepa,
esos que me das con el viento,
los de mil deseos de la luna,
la madre de cada estrella.
Ven a mi encuentro, la queda,
la queda de esta dulce oscuridad,
el amor se hace miscelánea,
se vuelve la paz entre la guerra.
Noche, montaña, pista risueña,
deja que la vida nos una,
tumba tu lágrima en mi pecho,
que suene ese río que agua lleva.
Marca en el cielo a Minerva,
que tus ojos iluminen la misma galaxia
donde imagino siempre, siempre
tus besos en el viento de la estepa.
© 2020 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.