ABETO
Abeto blanco de los copos sencillos,
qué quieres de la naturaleza
o de mí, mi esencia,
anhelas ser abeto níveo.
Abeto que eres mío
destruye esas ardillas de la maleza
que roen tus caderas,
las que lloran aguas del Nilo.
Abetos del mundo, mirad su berilo,
ciega las axilas del invierno que reza
con osos dentro de su tristeza;
abeto, revela tu escondrijo.
Adiós al frío
y sus danzares de gesta
que en los bosques retumba la fiesta
de que mi abeto, es mi destino.
© 2018 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.