HE NACIDO
Con el vientre hecho magia,
con su mano en el mártir
de una madre consumada,
con esos dedos de la verdad,
del misterio en uñas ensalzadas
masajeando el Origen,
la Vida en su causa,
y luego el milagro:
una patada.
"¡Ahí viene!",
gritó una desesperada
cuando atisbó una divinidad
bajar del cielo de las santas
para caer a la Tierra:
este planeta será su mayor nana.
¿Y la cuna?
Los brazos de su amada.
Con un chillido desgarrador
dio a luz la fuerza encantada,
el parto como campo vasto
con miles de animales en su vía láctea.
El sol, energía pura,
era toda mi España
vigilante a esta espera
de que Dios cante: "¡ya nazca!".
Cuando ella ya lo tenía a su merced,
él ya lloraba,
cegado por lo desconocido
y silenciado por la sonrisa de su madre exhausta.
"¡Hijo mío!".
Ese exclamo de ella, mi cuidadora hecha savia,
la madre de mis poemas,
la hija de mi saga,
ese exclamo de ella
dio naturaleza a mis palabras
y a este poema
para mi alma gemela: mi Eva poetizada.
© 2017 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.