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Complementos a Saga Eterno

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viernes, 28 de diciembre de 2018

Pulsera

El valor de un hombre, no existiera,
el día en que clavó su espada
en lo más hondo de su corazón,
llegó a casa, y a lágrimas rompiera.
El grito de amor femenino, mujer sufriera,
acorrale en sus manos esa sangre
del que fue su caballero noble,
ahora solo es asunto de lo que prometiera.
Un verso apasionado, un beso que lo despidiera,
en su lecho, un héroe de cementerio,
un campeón imperante, monarca,
un hombre que lo valiera.
Para ella mucho más, su hombre le acudiera,
en último aliento, sin vida,
con el deseo de entregarle todo…
Todo lo que él pudiera.
Hasta el día en que yo muera,
tendrás mi poesía en tu brazo,
rodeada estarás de mi alma,
en forma de humilde pulsera.

© 2018 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.

viernes, 21 de diciembre de 2018

Bestia

Quién eres tú la que arranca de mi bestia
el rugido más preciado,
el secreto de una letra,
el orgasmo más delicado.
Qué eres andando en mi mente,
que por tierras hermosas,
en ellas vives feliz,
como toda diosa en ti, pasión indigente.
Te tomas por aguas puras,
empolvados mis pasados,
limpio lo bañas, me desnudas,
dejas ver un futuro de dos enamorados.
Cómo haces con tus halagos,
alabanzas en secreto, amor astral,
te desvives tras mi sombra,
cuando conmigo sueñas, pero no estás.
Y clamas mi perfecto
nombre en estrado del Amor,
lo desgarras por todo el universo,
como si fuera mi vida, tu último rezo a Dios.

© 2018 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.

domingo, 16 de diciembre de 2018

Polvorón

Dónde está mi turrón,
en la mesa hay nada,
en la nevera no viven,
los necesito en mi corazón.
Como ella, quien los come en mi habitación,
¡ensucias mis manos de ellos!,
de amor, de nata, azúcar
y gloria por la pasión.
Conozco esa sensación,
de cuando me besas con ellos,
me arrastras a tu dulzura,
y te susurro: menudo polvorón.
¡Dónde está mi turrón!
Te los has comido,
todos, sin mi permiso,
tienes ahora toda mi atención.
¡Dónde han nacido, en qué región!
Duros, blandos, de aceites, afrutados,
golosos y empolvados de victoria;
comerte por ellos, será mi mejor decisión.

© 2018 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.

domingo, 9 de diciembre de 2018

Ascua

Las llamas de la hoguera,
chisporroteos del juego,
como un niño, ahí me planto,
observo lo que tanto me espera.
Tú y yo, que mucho nos uniera,
allá arriba, donde estés,
rezo porque escuches mi voz,
siempre vivo a tu vera.
Oh, señor, ven a quien te quiera,
yo aquí, tumbado en la alfombra,
por la ventana, mi mirada de serafín,
niño soy en tu abrazo me vistiera.
Oh, señor, escucha mi manera,
te escribo esta poesía en carta,
para cuando te suicides por el tejado,
Papá Noel, no te quemes en mi hoguera.

© 2018 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.

*Dedicado a un santo gordinflón.

sábado, 1 de diciembre de 2018

Palma

La palma de tu mano,
ese techo del mundo para mis ojos,
cae sobre mi amor,
limpia mi cuerpo humano.
La palma de tu mano,
origen de los antojos,
esquila mi tez con seda de viento,
bendice mi infantilidad, me haces verano.
La palma de tu mano,
obedece a lenta impaciencia,
elegante, convertida en glamurosa,
mi manía a tu mañana, tan cotidiano.
La palma de tu mano,
olorosa a duendes, fragante vergel,
de tus nudillos hago mil lemas,
de tus dedos, mi patria como héroe y villano.
De la palma de tu mano
yo hago magia, líneas del cielo, los cometas
que esquían el firmamento,
escriben que soy tu eterno niño anciano.

© 2018 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.

domingo, 25 de noviembre de 2018

Energía

Somos el enigma que reluce espejos,
lo conduce al infinito,
lo llevan tan demasiado lejos,
se sirve de lo que necesito.
Cambia de rumbo, en busca de consejos,
el rayo de luz que lee mi escrito,
renueva esa arruga de los viejos,
es mi legado, es mi grito.
Calla los silencios, todos los complejos,
envuelve en su magia el mito,
nos lleva una eternidad, caminar como cangrejos,
lentos, apacibles, llegamos al rito.

© 2018 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.

viernes, 16 de noviembre de 2018

Puerta

La puerta que todo desconoce,
un simple armario, una vértebra de titán,
un siglo de madera, un enlace al Todo,
dos universos siempre nos unirán.
Detrás de ese secreto,
el estigma del qué dirán,
crucemos esa puerta innominada,
esa que designa quiénes nos llamarán.
Y un vacío puede haber, la Nada,
los ojos desean saber, y verán
dentro el origen del Destino,
el mundo de mi alma y corazón, te amarán.

© 2018 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.

martes, 13 de noviembre de 2018

Fundición

Me viajas a una de tus lunas,
te descubres, me haces estremecer,
yazco perdido en tu mundo,
me llevas a tu boca, tu poder.
Una de mí, una esencia mítica,
no sé cómo lo haces, lo que te quiero ser,
una doncella legendaria, una profecía,
eres el misterio de antes de Dios, mi mujer.
Eres el destino que me guía a tu cielo,
la luz del firmamento que me das de comer,
el emblema de nuestro universo,
eres la Sangre, la que siempre quiero beber.

© 2018 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.

viernes, 9 de noviembre de 2018

Suave

Lares de tu cuerpo,
viajan en forma extrema,
se estigmatizan en mis manos,
se dejan hacer en mi voz suprema.
Por ellos me encuentro,
envuelto en cintas de crema,
esas que son tus besos,
los pasos de mi emblema.
Me ato a tus manos,
me quiebro por una blasfema,
me tachas a veces de tonto,
así soy, tu dulce dilema.
Cuánto te amo, cuánto te quiero,
te deseo más que una gema,
más que todo en el universo,
mucho más que coronarte con una diadema.
Soñarte todos los días,
en visiones, soy Aristóteles, tu teorema,
y quiero regresar a ti,
a nuestro amor, nuestro gran poema.

© 2018 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.

martes, 6 de noviembre de 2018

Oscuro

Ojos que desconocen lo que ven,
saben del corazón,
no miran al desconsuelo,
observan fuera de la razón.
Ojos de eso que es Todo,
los que contemplan esta habitación,
rezan bajo la cama,
bajo el secreto de la imaginación.
Ojos amigos, tan íntimos,
alegres y llenos de compasión,
reacios a recibir un castigo,
solo quiero el tuyo, mi vida, mi pasión.

© 2018 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.

sábado, 3 de noviembre de 2018

Fuegos

Anoche te volví a soñar,
te sentí de nuevo,
eras como un ser de otro mundo,
dentro de mi azar.
Como un fuego blanco en particular,
uno henchido de tanta luz,
rebosante de vida ecuménica,
como una bomba nuclear.
Estallaste mi corazón tan popular,
me asolaste, ya no quise nada,
solo a ti, tu poder, tu beso,
tu sonrisa tan singular.
Y pensaba en muchas cosas, un centenar,
de repente una la atrapé,
como un deseo perfecto:
te quería convertir en mi hogar.

© 2018 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.

martes, 30 de octubre de 2018

Mundos

Nuestros mundos, unos con otros,
cielos azules, futuristas, desérticos,
a tan llenos de vida, también,
como tantos y demás bellos.
Eres el dulce de mi niño interior,
ese que no deja de chillar secretos,
a los ojos de tantos ángeles,
me muero en tus brazos, en tus misterios.
Tu olor... Es un mantra, un trance,
uno de esos que llegan a esotéricos,
sabor natural, dulce, salado, uva,
melocotón, turrón y a quesos.
No redimo de cada uno, preciados,
cada cual es mi ser, todos ellos,
y en ti puedo vivir en paz,
vivir por todo lo alto, juntos, eternos.

© 2018 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.

viernes, 26 de octubre de 2018

Etapas

Niños que pisan con los pies del cuerpo,
se visten por la infancia,
son como ángeles del tiempo,
que buscan felicidad sin importancia.
Los juguetes, son el dulce cortejo
para aquel que tiene ignorancia,
lo llevan por el buen sendero,
por el camino de la abundancia.
Su juventud lo pierde de bueno,
malo por un instante de beligerancia,
luego regresa a su esmero,
a la esencia, a su elegancia.
Porque ya de adulto experto,
se dará cuenta de su vida, en la distancia,
que ahora pisará con pie nuevo,
con los de su alma, con los de su sustancia.

© 2018 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.

martes, 23 de octubre de 2018

Apegos

Qué son los deseos del vagabundo,
si no terminan con un beso
que lo devore por dentro,
sobre todo por cada segundo.
Qué es la vida de un moribundo,
si no acaba por descubrir
lo que necesita de verdad:
vivir en el alma de lo más profundo.
Por este lugar, y tan rotundo,
desconozco la muerte de un rey,
el valor de los inocentes,
el sueño de todo mi mundo.

© 2018 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.

viernes, 19 de octubre de 2018

Marinero

¡A toda vela!, mi barco y su figura,
rompeolas y jactante timonel,
¡arriba las anclas!,
el poder de las aguas en altura.
Por más noches, a oscura,
escribo mi diario con sangre de ron,
piratas de mis venas,
viajaré a por más aventura.
¡Cañones a bordo!, hombres de la basura,
esos marineros del mar,
benditos cada uno con sus corajes,
aguardiente y funerales sin cura.
Pájaro loco, ¡tu pico no madura!,
no deja escribir mi pasión,
no callas ni por una galleta,
tus gritos son una irritante armadura.
¡A por las espadas!, esto es una tortura,
la que precede una gran tormenta,
puercas sanguijuelas de los océanos,
yo mando sobre las aguas, y su hermosura.

© 2018 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.

martes, 16 de octubre de 2018

Artista

Me visto de pintura
en lo inmaculado de tu cuerpo,
para artista no me trato,
soy solo el contorno de tu figura.
Los lienzos de esta noche oscura,
ya no están en mis manos,
engendros de lo más bello,
circenses de los colores de esta locura.
Veo un cuadro en tus ojos, mi lectura,
blanco, pálido, níveo, llano, simple...
bosquejo de quien esté enamorado,
pobre de mí, ay, de mi premura.
Fanático me llamo, santa criatura,
roja quedas, azul relajante, verde esmeralda,
y no poseo más matiz que el de un beso,
holgado y ansioso para el rostro de la cultura.
¡Date prisa!, mi corazón me apura,
por más que insisto en abrazarte,
contento no vivo, sin luego amarte,
por los siglos de los siglos, en mi escritura.

© 2018 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.

martes, 9 de octubre de 2018

Ancestro

El cielo emerge con enérgico corazón,
seduce el cuento más atrevido,
escribe la historia de una leyenda,
la nuestra se hace mito y pasión.
Removerán los océanos de esta habitación
los ancestros del enigma,
los preludios de la noche,
los estigmas de este nuestro amor.
Se nos hace verso de dragón
el bello mundo que habitamos,
hecho por almas y ancianos,
hecho por la sonrisa de los dos.
Como la Tierra misma, fruto de un león,
entre tus dedos, sostenida,
como si la estuviera escribiendo
con la misma Mano de Dios.

© 2018 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.

sábado, 6 de octubre de 2018

Destintado

La noche se hace papiro
en los eternos sueños de mis manos,
entre los dedos con los que te amo,
por los orígenes de estas orillas de mi suspiro.
Tinta, ella escribe cuando te miro
en el espejo del blanco durmiente,
ahí él, esperando que mis palabras
rebusquen la musa de la que me inspiro.
Tú, escriba femenina que tanto admiro,
haz que el sol reluzca por los bordes
de esta saga que sobreexcede lo imposible,
lo mágico, lo llano y todo lo que respiro.
Mis velas se tornan en un vampiro,
me chupan el sueño para poder dedicarte
tantas palabras como el Libro de Dios tiene,
tantas como el cielo azul zafiro.
Mi almohada, ahora mesa de mi ancestral retiro,
en ella soporto el peso de mi intelecto,
de mi filosofía, ciencia, matemáticas,
ética y pobres letras de gran poeta al que aspiro.
Pero en todas estas noches que deliro,
por cada una a la mente me llegas,
me vienes hasta vestida de primera humana,
por tu amor, con el que siempre conspiro.

© 2018 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.

miércoles, 3 de octubre de 2018

Magia

El comienzo de algo bonito,
el existir en otra persona,
el sabor y saber de su boca,
la metamorfosis de nuestros cuerpos.
Quién sino seríamos nosotros,
qué somos, me preguntas también,
entre sin alientos y besos fulminantes,
conquistando el efluvio del universo,
tan solo rezando divinidad, fuego,
carisma, devoción, lujuria y fusión.
Esos ojos penetrantes, discernientes,
escudriñando una pregunta sin respuesta,
entre millones de gemidos, escribas de la pasión,
entre deseos y sueños, y alabado sea Dios.
¿Qué es eso? Me pregunto,
y la magia hace acto de presencia,
despolva lo que estuvo oculto,
hace un milagro, como una hermosa aparición.
Sí, esos ojos que restallan de imperio
se suceden con los míos,
los continentes se separan, el mundo se parte en dos,
lo que perdura, nosotros, entes de otra nación,
como un calco hecho por el destino,
palabras en silencio, hechizos del cosmos.
Eso somos, omnipotente amor de tú y yo.

© 2018 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.

domingo, 30 de septiembre de 2018

Cantares

El canto universal, voz de amor.
Canto a las estrellas, al origen de lo ecuménico;
canto a todo lo que fluye, a la pasión;
canto a los animales, a los bosques,
al verde de los mares, al azul celeste,
al viajero que necesita de agua,
al calor que siempre nos puede.
Canto para mí, para ti, de tanto amarte;
te canto sin pensarlo, sin soñarlo;
te canto también para tus aves,
tus sueños, tus deseos por mí.
Canto a la magia, al hombre enamorado,
a la mujer que lo espera,
al perfume entre sus brazos.
Canto para los pobres, a sus débiles ánimos,
al ducho y elegante ente
que trabaja por ellos entre sombras,
cantándoles también.
Canto, canto y canto,
canto de cantares a las voces en coro,
a los ángeles y demonios;
canto a los ricos y sus corrupciones,
a los soles que me quemen,
a las lunas de mis noches.
Solo quiero cantar para ti,
que aunque no sepa,
con dos palabras de un verso me sobran:
"te quiero".

© 2018 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.

miércoles, 26 de septiembre de 2018

Verdes

Árbol del hechizante estío,
árboles de la frondosidad,
amarrados por venas del mundo,
árboles que avistan ya el frío.
Árboles del rincón mío,
animosos por aires del silencio,
sí, la paz vuestra, bienestar,
árboles, dadme eso que tengo vacío.
Árboles, en un otoño sombrío,
secáis las lágrimas castañas,
daréis a conocer el verde esperanza,
mis árboles titanes, a quienes espío.
Árboles viajando en mi navío,
conmigo iréis a todas partes,
allá al destino que me depare,
árboles, allá por el amor, me envío.

© 2018 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.

domingo, 23 de septiembre de 2018

Nube

Algodones de azúcar, las llaman muchos,
otros, secretos en esponja,
vientos de cuna o dulces en cucuruchos.
En una nube están los sueños,
los desafiantes deseos de algunos,
los superhéroes de la infancia.
En una nube veo rostros mudos,
sonrisas de cal, marfil, mármol…
sonrisas de los nuevos mundos.
A la noche, dormidas no quedan,
nos resguardan de los sustos,
nos acechan como niñas.
Hay tantas nubes en universos profundos,
pero en una infinita, una de ellas,
estamos siempre tú y yo, juntos.

© 2018 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.

martes, 18 de septiembre de 2018

Soledad

Vieja y canosa es la soledad,
la soledad de sentirse solo,
la soledad de verse infirme,
de volar sin alas, viajar sin alma,
lavar los platos con tu sombra,
hablarle al espejo, vivir sin techo,
cantar a lo lejos, dormir con la noche
o un día saludar al viento
para que él te responda: "silencio".
De la soledad nace un misterio misterioso,
que a la vez muy conocido, por tener nada,
vacío, esperas, guantes blancos
y un desafío diario de abrazos de hielo.
La tan afamada amiga soledad,
y enemiga también, gemelas a la vez,
si una te apoya a ti mismo,
la otra te destruye con todos los miedos.
En ocasiones la soledad te da creatividad,
innovas una vida nueva,
pero también te escucha las peores mentes,
hasta oírte decir que eres del infierno.
Eterna soledad, ¿qué más serás?,
una hermana intolerable,
una cuna al bebé sin madre...
Un culto al homo invierno.

© 2018 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.

sábado, 15 de septiembre de 2018

México

"¡Independencia!", tú lo gritaste,
cuando humilde fue tu valor,
de pronto la contienda no fue nada
con espada en mano, la batallaste.
Después, de regreso, la fiesta felicitaste
con vino tinto, tequila y chile picón,
por el amor a la libertad,
por el amor a lo que lograste.
Rojo furia, henchido te lanzaste
hacia los enemigos impuros,
pobres de ellos que no sabían de ti,
y por fin, tu tierra conquistaste.
De blanco luego te casaste
con la tan valiosa libertad,
miles de hermanos a la vez,
contigo mismo te encontraste.
Verde esperanza, así reza lo que pensaste,
y tu bandera ya formada,
con el águila de la victoria:
¡viva México!, así lo firmaste.

© 2018 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.

jueves, 13 de septiembre de 2018

Furia

Espío entre las brumas de este cuerpo
como si fueran las olas del destino,
no existo, fluyo con las mares cercanas,
las de los segundos de este maleducado tiempo.
Ansío ser esa grieta en el suelo,
la que fue en su día cadena en sangre,
herida en el alma, bestia ingente,
un hosco círculo llamado agujero.
De él saldrá lo mejor, espero,
como una flor, semilla de un gran bosque,
un título cedido por el martirio de vivir,
con las raíces de la vida, color negro.
Con qué palabra me sueño,
con qué nación me han ungido,
si ya no poseo corazón,
lo he perdido todo por ser la voz de un muerto.

© 2018 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.

martes, 11 de septiembre de 2018

Luz

Ángel acérrimo, prohibido, anciano,
deja que reluzca el sentido del destino,
busca el origen de mi línea, llámame hermano,
angosta este ciclo, guarda el ejemplo
de vivir en la paz de este ser humano,
juega con él, viaja por su mente,
recíbele con prosperidad, jactáncialo sano,
llénalo de bienestar, búscalo,
protégelo del mal, dame tu mano.

© 2018 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.

jueves, 6 de septiembre de 2018

Guarda

La llave que todo lo abre,
en un cajón todo lo posible:
recuerdos, sensaciones, misterios...
y un vacío imperceptible.
Protejo los secretos,
no temas, soy un roble firme,
un ser de otro mundo, un ovni,
un alma de cofre, un tesoro imposible.
Protejo hasta la ropa,
sin manchas, limpias, felices,
como un armario mágico,
uno de madera simple.
Los miedos los alimento,
jugando sin que me mires,
puedo ser un tierno abrazo,
quiero ser tu único escondite.

© 2018 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.

martes, 4 de septiembre de 2018

Noche

No es más que la oscuridad
cuando al sol se le da la espalda,
la sombra que viaja contigo,
te abraza como si fuera una falda.
Es simple, llana, completa verdad,
sincera como la África esmeralda,
rebosante de plenitud,
en su extensa galaxia cual collar de guirnalda.
Vive en toda zona, atestada de felicidad,
igual que en cada fiesta de Sevilla y su giralda,
América y su grano de independencia,
o China con su arte en silencio de color de jalda.
No es más noche que la viva voz de la eternidad,
como si Venus figurase desnuda y estrellada,
donde se refleja tu rostro femenino, sí, tú,
la mujer de sonrisa constelada.

© 2018 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.

sábado, 1 de septiembre de 2018

Ultravioleta

La carne se desvanece, no queda,
no pervive su influencia en los tiempos,
solo es un gesto simple de Dios
con el que saludar al alma que hospeda.
Ese rayo de esperanza que acceda
a lo más espectral del interior,
donde reside la fe, el amor;
donde no hay dolor en forma de moneda.
Aquí, en lo profundo, lo que suceda
quedará en lo oriundo de nuestra natura,
el beso del silencio, un destello impensable,
un supino hechizo en nuestros labios de seda.
Nuestro destino, como una rueda,
ha girado según la Ley, que en nosotros escrita,
en poemas infinitesimales, indestructibles,
de la vida que nos enreda.
Un sentido único, ardiente como sol de rosaleda,
traspasa los límites, convoca la magnanimidad,
olvida lo que es la piel, desagrada la sangre,
anida en gemelo espíritu: nuestra mágica arboleda.

© 2018 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.

jueves, 30 de agosto de 2018

Hogar

A un techo y cuatro paredes,
muchos son los que lo llaman hogar,
también una mesa y un salón,
o el escritorio donde te sientes.
Hay más hogares en este mundo y sus mieles,
como el vivir en tu mujer, en su nido,
en las entrañas de su goce y amor,
y hasta en el rostro de Dios, y sus muertes.
Un hogar puede ser eso que sueñes,
la felicidad, la armonía, el silencio,
la paz y un gemido de tristeza,
o un rezo en la iglesia con sus fieles.
¿A qué llamar hogar? A un viernes,
un relleno de coco con fresa y chocolate,
un juego de niños, una muñeca,
al caminar por la Tierra y todos sus continentes.
Yo llamo hogar también a los albergues,
al mendigo, al paupérrimo, al destino,
a vivir por lo que buscas, lo que deseas,
solo con lo justo y suficientes.
¿Ricos? ¡Jamás! Sé libre a tus placeres,
llama hogar al principio, al origen, al futuro,
al pasado donde los recuerdos se renuevan;
llama hogar a las madres y sus vientres.
Pero yo llamo hogar a los poemas que siembres,
a las manos trabajadoras, al cielo, al corazón,
al amor y al alma, a mi doncella perfecta…
A la espera de ser un lema para ti, que me lees.

© 2018 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.

martes, 28 de agosto de 2018

Rompeolas

Rocas que frenáis la sed
de la que el océano se alimenta,
aplasta aquellos a los que odia,
germina el bien allá por donde se sienta.
Huye ese cobarde de esta ira
de la que se nutre y comenta,
el general del Destino,
el hereje que enfrenta.
Romped contra las rocas, olas mías,
que la desgracia fluya violenta
hacia el agujero del destierro,
hacia la nada que ya lamenta.

© 2018 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.

jueves, 23 de agosto de 2018

Dos más

Se te habrá olvidado
que hoy hacemos una nueva velada,
en un día como hoy
te pedí ser mi joya tallada
en mi corazón de poeta,
de noble letra encantada.
Tu piel, tu tersa piel,
en ella cae mi palabra mojada
de besos y labios,
de amor y lágrima reinada.
Un día como hoy, te hice mi virtud,
mi sangre especial, distanciada,
de sonrisa de luna, de sol diamantino,
mi mujer, mi alma eternizada.

© 2018 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.

martes, 21 de agosto de 2018

Conjuro a la abeja

Abe abeja, tú eres la de la flor,
la tan vestal, la tan bella,
la que conduce la vida,
la que después se la lleva.
Abeja de la miel, de la rosa,
la de pétalos de espina fresca,
la que jamás olvida el amor,
o termina por escribirlo bajo una vela.
Abeja de los arcoíris, gentil,
de grácil práctica, voladora eterna,
lleva este poema a mi amada,
envíame su sonrisa perfecta.

© 2018 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.

jueves, 16 de agosto de 2018

Enquijotado

Lancero ecuestre de valiente corazón,
de gigantes ibas a matar, y molinos eran,
que tan vergonzosa equivocación.

Esbelto paladín, sabio sin parangón,
con Dulcinea esperando a tus aventuras,
y tú huyéndola, en sola habitación.

Protector del inocente, lanza en condición,
ningún león te tema, pues son solo bestias,
bestias que firman miedo desde otra región.

"¡Sancho, agudiza tu visión!",
dices ante tamaño espectáculo:
un carruaje lleno de imaginación.

¡Esclavos, dragones y traición!,
abre ese libro de la magia,
verás en él a un rey sentado en su preocupación.

¡Dulcinea, dónde estás, en qué balcón!,
exclamaría él, caballero impaciente,
dispuesto a toda revolución.

© 2018 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.

martes, 14 de agosto de 2018

Golondrina roja

Raudas, veloces, astutas,
golondrinas del amor
que viajan por esas llanuras
que ejercen fuerza de mil hombres,
y de mujeres se llenan mis hambrunas.
En quehaceres mágicos, verdes,
de campos vastos como marabuntas,
enredados en nuestros brazos,
cadenas del ciclo de las mayas runas.
Cortadoras del silencio, misteriosas,
calladas cuando hay penurias,
estridentes como un bebé en un bosque,
un bosque de miserias y fortunas.
¡Golondrinas!, tóxicas por la tierra,
maravillosas por el cielo de las centurias,
enhebrando las vidas que mueren
por la sangre desnuda: sangre de lujurias.

© 2018 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.

domingo, 12 de agosto de 2018

De vida a vida

Así has sido, mejor que Dios y la vida,
un padre de verdad, un amor masculino,
mucho más que la octava maravilla,
omnipotente, heredado para mí,
como esta existencia, esta misma,
este ser empequeñecido que tanto te ama,
tanto le has dado, y le falta todavía,
y cuando la hora llegue de marchar,
me llevaré un pedazo de tu alma, también mía.
Allá donde el destino me espera,
te vienes dentro de mi sonrisa,
una fuerte, llena de gracia,
simpática como la tuya, una de tarde dicha,
pero que al final nos llega lo que tanto ansiamos;
a ti un cumpleaños más, ya de visita
que viene para quedarse, y mañana,
pronto marchará a una nueva salida.
Feliz cumpleaños, papá,
y que en esta nueva tarta, no falte esta poesía.

© 2018 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.

jueves, 9 de agosto de 2018

Vergelino

Luz de mi vida, luz del secreto,
centella que despega del alba,
vibra las historias, el tiempo,
cabalga por la esquina de la vida,
pule las mejillas de nuestro sueño,
ese que es un hotel de lujo,
sin paredes, sin gentes, solo eterno.
Luz de mi savia, luz de esta caja
a la que por nombre llamada Pueblo
se desentrañan todos sus arcanos,
todo lo que es amor y deseo,
que en poema antiguo se huracana frenesí,
en beso de moras se hace perfecto.
Abraza mis canciones, mis llantos,
mi naturaleza, mi "te quiero",
luz que resides en ella, mi salvación,
mi libertad, mi verdadero sendero,
el camino de mi alma, el mundo mío,
mujer de mí, deja que te lleve al cielo.

© 2018 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.

sábado, 4 de agosto de 2018

Roca

Roca nocturna, roca vespertina,
con el espejo de la estrella,
en tu dureza ella se ilumina.
Roca que todo has pasado,
por debajo de los pies de quien camina,
incluso al de la frente del pecado.
Roca, tú eres la que me destina,
me sirvo de tu asiento
para descansar mi rutina.
Compañeras del campo, del pésame,
más rocas como tú, tan divina,
hasta del cielo caes en lluvia de Pléyades.
Roca papira, Egipto te domina,
con letra en dibujo,
arte también de China.
Roca del mundo, mi Tierra,
soportas al humano que te fulmina,
lo llevas en el centro de tu alma.
Roca de mi tumba, mi última gabardina,
acógeme con brazo de piedra,
cierra mis ojos: la última cortina.

© 2018 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.

miércoles, 1 de agosto de 2018

Nuestro camino

Eres especie, eres enigma,
eres secreto de mi cuerpo antaño,
un mundo sin límite,
el alma del éxito máximo.
Sirves a mi amor, mi pasión,
el sueño de nuestra vida, en lo mágico;
vives en mi universo,
en uno que por nuestro nombre, es llamado.
Eres constelación, estrellas,
el ADN de todos mis inmortales años,
las lágrimas de todos los hombres y mujeres
que por adorando la felicidad, han diluviado.
Las lágrimas de mis ojos, eso eres,
también el destino de lo sacro,
lo bendito, lo más inocente
que pueda sostener en mis manos.
Como así lo eres tú, tu sonrisa,
el fertilizante de esta tierra que tanto amo,
la que tú eres, mujer sagrada,
propietaria de mi sangre, poemas y valor de soldado.
Eres la voz, el susurro, el murmullo del viento
que por nadie es movido ni alimentado;
eres la savia del mundo, de lo etéreo,
eres la intachable fe que le falta a todo ser humano.
Eres la esfinge de África,
la leyenda perdida de Asgard, mito escandinavo;
el fuego de América, la lujuria de Europa,
las aguas sedientas de Atlántida y su legado.
Eres el Sol, las lunas, el paraíso desconocido
que jamás se ha encontrado,
el cuento de mi infantilidad, la arruga de mi vejez,
el origen de todo lo que te he deseado.
Eres el numen de mi divinidad,
el golpe de luz que me regalas en forma de rayo,
y me haces tu Zeus, el rey de tus héroes,
me conviertes en Dios, por ti, arrodillado.
Me haces palabra por beso
escrito en un volumen por siempre recordado,
y eso eres además, la letra por la letra,
el viaje que todavía no he conquistado.
Eres un jeroglífico en mis sueños,
la suma y múltiplo de mi sello enamorado,
el ente dentro de tu cuerpo,
el gemelo por el que tanto he llorado.
Eres la perfección, el rezo completo,
la totalidad del universo, lo lejos y no divisado,
el sin límite de mi fuerza,
la belleza suprema para mis ojos hechizados.
Eres lo que siempre he querido,
el primer poema del primer poeta encandilado,
ese que le juró amor a su dueña,
como yo te juro a ti, hogar mío, ser tu hombre eternizado.

© 2018 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.

martes, 31 de julio de 2018

Asolado

No me hagan caso,
no soy nadie al que importen,
no existo en el tiempo, no ando,
no ceno de la vida,
no poseo nada de lo extraño.
Olviden mi ser,
mis cosas, mi destino malo,
mis bondades que una vez fueron perfectas,
y ahora todas han terminado,
por culpa de Dios y su perfume de ego.
Bendito juego de mano,
busquen alguien nuevo,
yo ya no sirvo, soy en vano,
pues me han destruido,
me han devuelto al fango.
Me han tratado como una bayeta
que ni es capaz de limpiar el fracaso,
solo se moja más de ponzoña,
de odio, rencor y más asco,
solo merezco vivir en otra muerte.
Allí en soledad, repudiado,
con dedos de justicia a mi alrededor,
todos ellos me apuntan, acusado
de ser el peor ente de la vida,
de un tiempo maleducado.

© 2018 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.

jueves, 26 de julio de 2018

A dónde van tus pies

Me enviuda el ánimo,
se desalienta el sol,
llueven las tempestades,
el cielo pierde el control.
Nefastos son los días,
mi alma duerme como un caracol,
la meta ya no está lejos,
ya veo en el horizonte ese farol.
"¡La felicidad!", dicen algunos
que viven bebiendo del alcohol;
ojalá fuera yo líquido,
uno que por dentro huele a etanol.
Puede que estalle de agua ardiente,
si algún día me hallo sin mi rol,
entonces me serviré a tus pies,
calzada siempre de eterno charol.

© 2018 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.

martes, 24 de julio de 2018

Saber es poder

Supe que eras la yema de mi alma,
enhebras mis poemas
en la uña que sigue mis letras,
en la lágrima de nuestro corazón.
Supe que eras el molde perfecto
que adecuaba mi vena en tu vida,
me servías la sed del destino,
me aullabas el nombre de la pasión.
Supe que estabas ahí, oculta, en secreto
como cartografiada en un mapa en código
que ni el César pudiera gobernar,
o ser descubierto por el gran Colón.
Y ese Da Vinci, ni siquiera dibujarlo en un boceto
en el que desentrañar nuestra anatomía,
unidos y separados por tintes gemelos
en papiros de un viejo artista que nunca murió.
Te encuentro en un libro desértico,
empiezo a escribir la memoria del mundo
en los labios del planeta, los tuyos,
los que me ordenan entregarte mi amor.

© 2018 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.

domingo, 22 de julio de 2018

Mi universo

Un pensamiento que surge de lo fugaz,
le da la vuelta al mundo,
lo hace de fuego, en agua de mar,
lo extraña tanto en esta alma,
por el amor, de todo sería capaz.
Veo el universo, en la terraza del sueño,
observé tu figura contorneada en la faz
de este planeta tan nimio, esquivo,
secreto de estrellas, como las de mi paladar.
Ese cosmos tan ecuménico de mis ojos,
tallados en las líneas de Nazca de Dios y su paz,
allí arriba, fotografiado en tu luz,
ahí te vi, sonriente, perfecta en mi felicidad.

© 2018 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.

lunes, 16 de julio de 2018

Mi rincón especial

En el valle de la paz
escribo poemas para un dios,
el que se hace llamar Amor,
el que enhebra abrazos y un beso.
Viajan estas letras a donde vivo,
a la mujer que llamo mi hogar, mi rezo sagrado,
a ese perfume de su piel:
su sudor del que siempre me impregno.
Bautizado por ella, vida tras vida,
bajo las tintas de estas almas,
las que yo leo como Apocalipsis al Demonio,
y tú las lloras como anillo a tu dedo.
Vuelan estas letras a ese lugar que corono
como el cosmos del cosmos,
uno solo mío, de mí,
a la mujer que es mi espejo.
Me titulo como guardián
cuando le doy la espalda al sol
y me transformo en su noche,
al entrar en tu dulce sueño.
Letras que a ojos enamorados
contemplan el sentido de las estrellas,
de lo que no soy capaz de entender,
y lo comprendo todo en tu sonrisa que sostengo.
Palabras que te dan felicidad
como contorno de ojos infantiles,
a esos donde diluvia mi amor,
a esos por los que siempre muero.
Allá donde se desespere mi alma,
allá ya estaré renacido,
en el latido que es mi latido,
a la propietaria de mi amor eterno.

© 2018 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.

domingo, 15 de julio de 2018

Mi bote de arena

Dentro de mi bote de arena
tengo todo lo que necesito,
hasta mis enseres más preciados
y el azúcar convertido en grano escrito.
Siento en él poemas, palabras hermosas,
soledad, dolor, destrozo, lloro y grito,
pero además amor, pasión, energía poderosa,
sangre a punto de ser mi propio manuscrito.
Dentro de mi bote guardo recuerdos,
de esos donde te quiero hasta el infinito;
guardo más que eso, en forma de besos,
sonrisas, niñez y, a tus brazos, me derrito.
Arena del tiempo, no escapes,
te sueño para mí, mi cofre bendito,
que si un día el odio me consume,
espero que no te transformes en mi amo maldito.
Reloj de arena, para ti tengo una carta,
un sello azul, la flor de un erudito
y un deseo a pedir:
quiero ser en tu alma el universo, Dios y un mito.

© 2018 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.

martes, 10 de julio de 2018

Protector

Como una fuerza universal me atravesara,
semejante al Equilibrio de Dios,
la meditación de un monje budista,
la sangre de la noche de un ninja,
el imperial poder de un paladín
o hasta en la piel de una naranja,
el más hermoso atardecer.
Esa exuberante fuerza que reluce mi ser,
que ni la espada más afilada puede atravesarme,
la pistola más amplia podrá destruirme
o el tanque de grandes lanzas intentará aplastarme.
Esa apoteósica fuerza que nace
en el momento más preciso de la unión
entre alma y corazón, hombre y mujer,
igual al estertor de la felicidad
disparada en forma de poemas a cañón.
Esa suprema fuerza que fluye al ver el peligro,
miedo a la luz negra, valor de fe,
destinada para guardar a lo que más se quiere
como si a mi espalda, llorando como un niño,
estuviera el universo abrazado a mí.
Mi universo, tú, en mis manos te sostengo,
como la sonrisa que me prestas cada día,
o la mirada inquieta de un gato
esperando a convertirse en tigre y pasión.
Esa fuerza, el frenesí de hacer el bien,
de custodiarte del azote de millones de peones;
esa fuerza que nace de mi origen
cuando tu corazón me pide amor entre lágrimas;
la que me das en textos sagrados,
escritos en letra de felices aguas.
Yo, con orgullo de cachorro de dragón,
que no te falte la luz de mi palabra,
ni mi alma: tu eterno protector.

© 2018 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.

lunes, 9 de julio de 2018

Allí estaré

Veo todo el universo en tus ojos,
ahí, donde estoy siempre,
donde me pertenezco, mi felicidad, mi hogar:
tú, la mujer que necesito buscar.
Allá donde los animales viajen,
los pensamientos se distraigan,
los odios se conviertan en descanso eterno,
las muertes sean vidas perfectas
y los jeroglíficos de lo ecuménico
por fin se dignen a escribir nuestro único nombre,
allá, allá estaré yo, en tu corazón.
Los latidos de él me permiten vivir,
siempre lo han hecho, siempre lo harán,
aunque esté muerto...
Muerto en tus brazos,
en el omnipotente amor que tanto te debo.

© 2018 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.

martes, 3 de julio de 2018

Fuego Eterno

Uno de esos vientos radiantes
que azota el desierto, montes, volcanes
o los cimientos de los mundos jamás pensados.
Por el magnífico Grito de Munch,
el que avivado cruza tus besos,
estalla en los míos, tan deseados.
Pide testamento, pues aquí no habrá paz,
solo guerras, faunas con colmillos de agua,
dioses en busca de tus ojos enamorados.
Embiste con el monarca león, tigre,
jaguar, elefante o la sabana entera,
si en ti hallo los poemas más asalvajados.
Dios es mujer
en boca de tus deseos,
en rezos de los desesperados.
Ávida, devastadora en nuestro imperio,
cede con tu abrazo hervido
el anillo que nos hará desposados.
Junta, discrimíname, furia conmigo,
forma con tus uñas a Nazca en mi espalda,
sé mis enigmas más soñados.
Bautizada tu alma,
Vía Láctea acunando tu corazón,
ahí estoy yo, mi hogar, mis destinos eternizados.

© 2018 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.

jueves, 28 de junio de 2018

Cristales y memorias

Siéntete humilde, siéntete devota,
cuando caiga la Tierra,
yo velaré por tu sombra.
Vaga sin origen, a la cima soñadora,
si el sol se hace naranja,
sus jugos serán nuestra norma.
Poemas en deseo, nubes que borran,
lloverán mil diluvios de mis ojos
cuando te tenga a mi boca.
Corazón de acero, panteón de moca,
el dulce de su dorado café,
azúcar que te bañe, mi señora.
Voluntad de imperio, valor de horca,
mi camino se hará destino,
se hará acérrimo a tu honra.
Tu sonrisa, mi Estrella de Babilonia,
con ella me hago profeta,
arrodillado a ti, mi esposa.

© 2018 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.

sábado, 23 de junio de 2018

Vida

Desluzco, destrucción, sin almas,
de quien juzga la vida y la muerte,
de quien todo mal arde en infamas.
Alimento del que instruye
la naturaleza del odio al ser de camas,
un ente blanco, débil, inocente,
que termina fulminado, largas tramas.
Hoy finaliza todo, abre esa puerta,
esa que tanto me sueña, me llamas.

© 2018 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.

jueves, 21 de junio de 2018

Salón de baile

Estás con tus amigas
charlando animadas,
detrás de mi compañía,
con tu nerviosa mirada,
entre segundos, te agitas,
tus ojos en mi nuca, descansas,
anhelas abrazarme con prosa distinguida
mientras mi alma me alabas,
sonríes con una elegante bebida,
tus uñas al espejo ovalado, las atas,
seria por un instante, pruebas la pedida,
regresas con ellas, a sus palabras,
sin dejar de contemplar mi envidia
soñando estar a mis historias, amada,
despertando en mis ojos llenos de codicia,
y te marchas de las tertulias mundanas,
cruzas mi camino, mi vida,
me ofreces tu mano tan calma,
cuentas que soy de tu día a día,
me llevas a un mito, me amas,
me huracanas a leyenda elegida,
nos haremos después saga.

© 2018 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.

lunes, 18 de junio de 2018

Besos y más besos

Los besos de los desiertos
que antaño fumaron el puro
de la guerra y la victoria,
por Cleopatra y su cuerpo.
Los besos que calmaron
la ira de los dioses,
masajes cálidos por la voz,
convertidos en sagrados textos.
Los besos que lloraba esa mujer
por esperar a su soldado,
de regreso con honor y gloria,
clavado en su espada de caballero.
Los besos que envía el aire
cuando de esos labios fluye
el poema que nunca obtuvo medalla,
sino un anillo en el dedo.
Esos besos que fueron dirigidos
a los profetas, reyes, vivos y fallecidos,
los que en cartas se quedaron,
por el camino en forma de sello.
Besos en vela, quemados, en ceniza,
aquellos que de ancianos
bebieron de la agonía, de la felicidad,
o siempre estuvieron muertos.
Besos de mudos, de sordos,
de ciegos y de libertadores;
un beso dado a la bandera,
un beso por el país entero.
Ese beso que añoro a segundos,
un beso al alma, a la vida,
que cuando lo poseo de ti,
me das todo lo más quiero.

© 2018 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.

sábado, 16 de junio de 2018

Nuestro símbolo

Más sagrada que lo sin nombre,
inmaculada siempre te debo,
como hoja que mira a quien le encuaderna.
Cuando decides que tu cuerpo
me bese antes que tu alma,
nuestro amor forma una simbiosis interna.
Tus dedos desgarran mi corazón
como arañas mi piel,
dejando la huella de quien me gobierna.
Aprietas los labios,
masticas todos mis poemas
cuando te los susurro de pierna a pierna.
De un mundo a otro
ya no existe el espacio-tiempo:
te entrego a Dios en una sonrisa tierna.
Día a día hay batalla en mi origen,
¿cómo desposarte conmigo cada mañana?,
ni aunque me muera en lo que invierna.
Gritas para blasfemar al cielo
lo que un hombre te hace por dentro:
entregarte mi luz eterna.

© 2018 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.

jueves, 14 de junio de 2018

Pulso

El deseo del corazón
es aquel que rompe las ligas
de la naturaleza, del ser,
de la vida y la muerte sin razón.
El Puño de la Fuerza,
el que no ve el Miedo,
siempre permanece latente,
ante cualquier atención.
Revive, deja vivir,
moribundo aquel que solloza
por los rincones de los ricos,
deseando ser feliz, sin amor.
Pronto la soledad, corrosiva,
destructora y bien hallada
en esta andanza, que es la vida:
la vida es nuestra única habitación.

© 2018 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.

lunes, 11 de junio de 2018

Señor del cielo

Dignatario de tu espuma,
almendrado en tu ser,
originario de tu lecho,
amante de tu poder.
Yazco tendido en tu poro,
rezumo la sed de la sed,
la codicia de tenerlo todo
en tus labios, a tu merced.
Las raíces de esta tierra
puestas en tu piel,
piernas que me entregas,
esclavo luego a tus pies.
Como una soberana, diosa,
cambio climático en tu tez,
te sonrojas, te ruborizas,
y de pronto, el paraíso ves.
Hoy te deseo, mañana,
no sé lo que haré,
pero el beso que nos espera,
será más apoteósico que ayer.
Uno de gozosa joya,
hacia la boca que me dejo caer,
y la obra maestra se hizo en ti:
la Última Cena, Da Vinci del placer.

© 2018 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.

sábado, 9 de junio de 2018

Orgullo del amor

¿Cuál es la magia de la vida
y lo blando de un ladrillo?,
¿dónde vive un cometa?,
y la cola de su estela,
esa de hielo, y silencio.
¿Qué tiene que ver el gran mutismo
con el agua que bautiza el mar?
Como el último suspiro de una tormenta
o la parte del ser humano
que parece un invisible espejo.
¿Quién es el Dios de Dios?,
¿el universo tiene precipicio?,
¿por qué no hay luz en él?,
y si yo fuera ella, los hubiese guiado,
a los tres reyes magos a tu nacimiento.
¿Qué hay en el centro de la Tierra?,
¿cómo nace el espíritu?,
¿qué hay en un lugar cuando no estás en él?,
como esa vez que me dijiste
quién movía el viento.
¿Cómo se oye el amor?,
¿a qué huele el olor?
Son tantas preguntas del destino...
¿Te quieres casar conmigo?,
por siempre y por todo lo eterno.

© 2018 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.

jueves, 7 de junio de 2018

Guadaña

No les gusta verte crecer,
nacerte feliz, boscosa,
libre, verde en el amanecer.
Odian tu vida, odian tu muerte,
pisotean tus semillas, las del ser,
masacran tu naturaleza.
Genocidas del deber,
sesgan tu vida con la sonrisa
que les dicta su propio poder.
Se dan de testigos
jactándose de la hazaña, de su valer,
premio para corruptas almas.

© 2018 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.

martes, 5 de junio de 2018

Mensaje al mar

Si la naturaleza es perfecta
y tú eres mujer de ella,
entonces eres una obra maestra.
Una de un pincel único,
de colores nítidos, claros,
pintada sobre relieve, sobre la hierba,
enredada en el paisaje,
ovillo de lana, masajista de sirenas.
Petra te adoraría, la estatua especial,
de piedra diamantina, joya secreta,
amante de su piel, nieve,
avaricia del artista mágico,
de quien goza de verla.
Un cuadro en mitad del mundo,
un tesoro en una isla de piratas,
como mensaje al océano
enviado en forma de botella.
Me sé de memoria toda tú,
de dónde vino tu alma,
quién te dio a luz,
hasta el paso que das en mi huella.
Sé cómo te alimentas,
lo que ves, lo que escondes,
cómo te sientes y qué quieres...
Sé del beso que me mandas
de noche, antes de irte a dormir,
antes de cerrar los ojos,
cuando miras las estrellas.

© 2018 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.

domingo, 3 de junio de 2018

Dulce hogar

Andante y seductora, vistes de seda,
ángel que rocías la vida
con perfume de alameda,
tela de blanco irrompible,
viento que te empareda.
Aliento mágico, beso del destino,
exhumas amor como humareda
que viaja rumbo al Edén,
pagaré mi amor con lo que suceda,
vagabundeo y sabor a pobre.
Pies de venusiana, mundo a tu rueda,
ellos al templo te traen
con el sonido que preceda
al desierto de cien oros,
rico en más de una sola moneda.
Eres tú el hogar de mis manos,
el destello de lujuria que depreda
en su vientre, en sus ojos,
en lo que nada le veda,
todo mi corazón te pertenece.
Eres tú la mujer que me enreda
con las cartas de tus latidos,
una sonrisa de avellaneda,
y pronto me abrazas,
tú, la mujer que siempre me hospeda.

© 2018 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.

miércoles, 30 de mayo de 2018

Quetzal

Arcoíris, el ave flamante
que viaja entre los tambores,
claman su vuelo vibrante,
nos lleva lejos de los desertores.
Ave valiente, gran inmigrante,
por el mundo vagas sin señores,
protectora, rejuveneces ante
la naturaleza de los vigores.
Viento te mece, cuna vigilante,
como suspiro de las flores
cuando ven tu sino amante,
el camino de los lores.
Ella nos lleva tan elegante,
nos refugia en sus valores,
beso en frente, luz al instante;
besos de esos emperadores.
Nido su plumaje imperante,
cama nuestra, abrigo de senadores,
hoy soy tu coraza radiante,
mañana, el amor de todos tus amores.

© 2018 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.

domingo, 27 de mayo de 2018

Deseo...

¿Y por qué no pedir un deseo?
Deseo ser el hombre que quiero,
tener la vida en mis manos,
el origen de Dios en mis ojos,
el horizonte montañoso, entre mis dedos,
respirar el perfume del bosque,
ese que llaman Eau de Viento,
jugar con una ardilla
como si fuera yo su bellotero,
o escuchar una estrella,
cuando me dices: “mi hombre, felices sueños”.
Deseo que el mundo
no lleve mis pasos,
poder resucitar a esos filósofos
que dijeron que el amor
no era más que una cerilla
que se consumía con la propia llama,
el tiempo luego lo barría todo.
Deseo eso que sueño,
lo que escribo entre letras,
espacios en blanco, silencio,
una coma, puntos suspensivos
y labios temblando el “te quiero”.
Deseo eso que llaman poema,
que a esa mujer hago estremecer
con tan solo una línea curva,
un trazo sinuoso, algo más de tinta
y de pronto me sonríe tan perfecta.
Sí, deseo… Deseo eso que hay en el cielo,
lo que Dios un sin día creó
y ahora fluye libre para mí,
para moldearlo como quisiera,
en forma de regalo, de rosa,
margarita, clavel, orquídea o flor de seta;
deseo ser la bestia mansa
que acuda a ti con un tesoro,
el remedio de la felicidad,
o la naturaleza en forma de sorpresa.
Claro que deseo lo que tanto anhelo,
deseo el deseo de poder desear,
que sin haberlo deseado,
el mayor deseo de mi vida
en forma de secreto, ya había llegado.
Mi mayor deseo, el único,
es el que siempre he deseado,
que sin esperar verlo cumplido,
me fue seducido, entregado,
y vivir en sus pensamientos,
en sus sueños, días y momentos,
me di cuenta de que no era el único
que pedía más deseos,
ella también suplicaba ser su anhelo,
su luz más preciada en todo el universo:
mi alma, el deseo de su deseo.

© 2018 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.

miércoles, 23 de mayo de 2018

Soledad

Espero el regreso con fanatismo,
sin ti me pierdo en esta soledad;
necesito de tu felicidad
porque sin tu gran pasión no es lo mismo.

A veces me destruyo el organismo,
no como, no ceno, no es mi verdad,
me muero poco a poco de ansiedad,
vivo en tu sonrisa, mi patriotismo.

Ven a mi amor, de brazos descarriados,
quiero sentir tus besos tan melosos,
alabar tus caricias en mi pecho.

Tus ojos ya no tengo, confinados
en el rojo infierno de los leprosos,
en la soledad de ser nuestro lecho.

© 2018 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.

sábado, 19 de mayo de 2018

Visitaste mi madrugada

Entraste en mi sueño,
sobre las dos de la madrugada,
tan serena, tan perfecta y cauta,
vestida de Eva con amor inquieto.
Petrificado, así yo te contemplaba,
tu cuerpo, tu alma, todo tu ser,
con la sonrisa de una coleta de mujer,
mujer desnuda, acercándote a mis lágrimas.
Me las barriste con un beso,
besos que terminaron en pasión,
gran dulce del divino amor,
me tumbaste en tu abrazo secreto.
El sueño me despertó,
sabía que me buscabas,
que contienes en tu alma
todo lo que nos deseamos de gran corazón.
Mis manos temblaron sin guardia,
a los cristales de mi espejo,
ahí te contemplé de nuevo;
"búscame cuando te sientas asolada".
Mi alma gemela verdadera,
te siento como no me imaginaba;
el miedo, desesperación, el ansia...
somos uno, siempre a nuestra vera.
Los imposibles no existen,
en ellos reside la auténtica esperanza,
el tiempo sabe cuándo decir basta,
y volvernos a juntar, sin más cicatrices.
El tiempo, ese ser que sabe a rabia,
me susurra a cada segundo
que no tema de ese día, del futuro,
que sentiré por fin cuánto me amas.

© 2018 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.

miércoles, 16 de mayo de 2018

Agua

Vaso redondo, cristalino,
Ojo de Dios que muchos piensan,
agua en remanso, en paz,
reflejo de joven, viejo destino.
Aguas turbias, otras agrias,
algunas morenas, sin piel,
desnudas de viajes, cansadas,
magas del buen vino.
Un paisaje transparente
en este vaso de nubes,
azúcar para el estómago,
envuelto en virus vecino.
Agua que calma la sed,
desagua necesidades también,
brota alivio cuando suda,
asfixia el cansancio asesino.
Agua bendita, santa divinidad,
así reza por la garganta
al tragar el goce de la fuente,
seré como tú: un poema líquido.

© 2018 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.

domingo, 13 de mayo de 2018

Duerme, amor mío, duerme

Melancolía, tristeza y esperanza
son algunos de los casos
que en sueños de ocasos
terminan transformándose en bonanza.
Alegría, felicidad y materia,
esos recuerdos del destino
que conviven en mi lino,
en el amor de mi arteria.
En mi sangre, un poema;
en tus labios, todo mi amor;
en mi esencia, tu ardor;
y en mi claustro, tu teorema.
Hoy quiero ser la flecha mágica
que enarbole tus miedos,
los convierta en dulces dedos
fuera de cualquier muerte trágica.
Serás siempre mi verdad,
ese rostro que te baña por la constelación
que da fuerza a tu nombre, mi pasión:
acude a dormir a mi felicidad.

© 2018 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.

miércoles, 9 de mayo de 2018

Cabello de ángel

CABELLO DE ÁNGEL

Aquella ocasión en que crucé
el sistema solar, viajé por el tiempo,
morí en brazos rotos, ajenos,
avergonzado de la naturaleza,
los secretos me invadían
como anciano cuervo ancestro
que llueve graznidos irritantes
sobre las huestes del campo,
del campo que vuelve muerto
a los destinos de los hombres.
Ayeres extraños, mantas sajadas,
azules sábanas destrozadas
y un destello de luz blanco
que indicaba lo contrario.
Una historia se alzaba
sobre las bóvedas de las cabezas
marchitadas de esos animales
que piden clemencia en vano.
Así se denomina una herida
cuando aterriza en una sonrisa,
de una santa mano.

© 2018 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.

domingo, 6 de mayo de 2018

Un amor legendario

Mi cielo, el tiempo está lleno de secretos,
secretos en forma de poesía,
que cada una rima con un beso,
con el envalentonado sentir,
con la sensación de ser sublime.
Amar es como gestar una espada
con la que batallar hasta morir,
luchar por la libertad, la vida,
hasta tener en los brazos la victoria: tú.
Un amor tan omnipotente
que juzga a quien se interpone en él,
asfixia la garganta de esos insultos
que osan mirar lo que es de verdad.
Un amor de novela, casto y puro,
virgen de cualquier modo virtuoso,
sagrado por diario escrito con sangre
que emana de la comisura de nuestra simiente.
Sí, esa vitalidad que se desparrama
en tintas hechas con una mirada de los dos
por las que nos enviamos una historia,
una ofrenda, una promesa irrompible:
un eterno amor de legendaria felicidad.

© 2018 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.

miércoles, 2 de mayo de 2018

Heroína de novela

Corta la espada que raya la mesa,
jengibre que mancilla el vaso
con el que se toma el vino
de las buenas fiestas.
"¡Viva el poder!", gritaba una doncella,
que con ansioso destino por ser libre,
necesitó oírse como orgasmo al universo,
como ADN del mundo, de esta Tierra.
Abandonó su hogar atestado de fieras
que siempre le devoraban las entrañas,
le comían el alma, la fe, la libertad,
hasta engullían su imponente guerra.
Esa guerra que ella mantenía en su cabeza,
una de revolución, de levantamiento,
de misión que iniciaría en su estandarte:
la mujer de una nueva bandera.
Omnipotente, dejó atrás el pasado tras la puerta,
cerrado, bajo llave de oro, enquistada
en las joyas que nunca tendría,
ni pendientes que la adornaran de vieja.
Alzó vista al cielo, donde Dios, en pena,
llovía el Diluvio Universal por segunda vez,
solamente por ella, por la mujer esclava;
por la mujer que jamás pudo ser caballera.
"¡Oh, Dios! ¡Testigo eres de mi fuerza!",
esas palabras fueron el trueno de Zeus,
el maremágnum de unas lágrimas
que una mujer lanzaba con férrea diestra.
Libre fue entonces, sin hombres a su problema,
sin maltratos, prejuicios, violencia, angustias
o cualquier desgracia que la acorralaran.
Así debía ser ella: la heroína perfecta.

© 2018 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.

domingo, 29 de abril de 2018

PERGAMINO SECRETO

Desgarro sediento, suave, sentido,
cual fresno marcando el sendero,
diminuto, enjuto, atragantado,
como la saliva de un dragón dormido.
La melancolía que vientre en el amor,
en la aventura del viento,
el susurro, un segundo, un milenio
por el gen del seductor perfume incomprendido.
Silencio extendido por los valles del ser,
senos imbuidos por la sonrisa de mis manos,
sol de fe, terso y tan sereno a la vez,
flor que mece la cantina del beso desvestido.
Amor, amor y más amor, así te llamas,
te haces de rogar entre nuestros limbos,
entre los ecos y sirocos del ciclón,
del huracán o del armagedón vendido.
Vendido por unos dulces besos
que cayeron del cielo envidioso, avaricioso,
prohibido en su palabra, pero no en actos...,
actos instructores del bálsamo erótico, ungido.
Ungido por cada porción de ti,
por cada segmento de tus células,
de tus hojas de belladona que nacen de Pangea:
el origen del amor, en nosotros, sumergido.
"Oh, mi paladín", así se te escapa el destino
cuando me hablas de nuestra historia,
de nuestra filosofía, un nuevo Aristóteles
plantando cara al dios del humano dividido.
Así me conoces, así me denominas,
me designas, me ordenas en tu señorío
como hombre impregnado por la medalla
de tus labios, donde voy a morir, a tu nido.
© 2018 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.

martes, 24 de abril de 2018

Ouroboros

Entre la incógnita planetaria,
entre los paralelos que sacian el cosmos
con el lácteo de las tierras,
entre sus labios, senos y besos
como anillos protegiendo a Saturno,
aparece mi mente entallada en un cuerpo
semejante al pergamino de Egipto,
las efigies de los Mayas
o el estandarte de una legión de Roma.
Entre tantas líneas invisibles
que enlazan los puntos del universo
para luego salvarlo de la extinción,
a eso que le llaman viento,
yo lo muevo con un suspiro de mi voz.
Una voz que viaja a través del tiempo.
Los orígenes del humano,
el gen de lo onomatopéyico,
del sonido más extraordinario del silencio,
el mutismo de un beso cuando roza lo sagrado,
todo ello se une en el crujir de una rama,
en ese segundo que dura un siglo,
nadie lo escucha, nadie lo aclama,
solo el pie que le deja la huella
al romperla con un camino tan lleno de magia.
Las almas mundanas: el hojaldre de la vida;
los animales: la pólvora de la naturaleza;
los latidos del corazón: la guerra por el amor;
y por la avaricia del infinito:
ella siempre engendra el sueño de mi eternidad,
un dios ataviado con nuestro anillo.

© 2018 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.

domingo, 22 de abril de 2018

Filtro etéreo

Sangre, fuego, agua y tierra,
en ellos me fundo como una ola
envuelta en la magia de la guerra,
enredada en las arenas de una caracola.
Estrellas, galaxias, universo que me encierra,
en ellos soy el apocalipsis de una pistola,
viajo en forma de meteoro en sierra,
muero después en lágrimas de escayola.
Fuerza, poder, omnipotencia que yerra
en los mayores confines de un “hola”,
dicho detrás de una puerta que me cierra
el puño de acero que me descontrola.
Furia, infierno y hecatombe gamberra,
como el tiempo mismo, que me viola,
me arruina el corazón con el eco que desencierra,
la rosa escrita en el amor de una pianola.

© 2018 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.

miércoles, 18 de abril de 2018

La flor de mi eternidad

Relucientes flecos, verde horizonte,
esquirla del campo naranjo, aquel,
ojos del amar, del tuyo vergel,
bailan juntas en tu hogar, viejo monte.

Nuestros deseos, cerca del apronte,
sueño de estar unidos, piel a piel,
aroma radiante como corcel,
rosas y océanos, nuestra simbionte.

Vives para por fin poder contarlas
sobre la faz del tan frondoso ayer,
resplandeciente, hermosa cuando charlas.

Rosa de dedos, roja de poder,
perfume de ellas, sin jamás atarlas,
ven a mi amor: al de todo mi ser.

© 2018 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.

domingo, 15 de abril de 2018

Destinos preunidos

Despido el tiempo con creces,
amanece un nuevo día,
impertérrito, duradero,
se jacta de la noche mil veces.
Estalla el esplendor de las nubes,
rayos de fuego, once lunas,
la que falta llueve en mi corazón
las gotas del ser al que te pareces.
Cantos de agua, joven secreto,
traspasa los gramos del ingenio,
pesa los millones de besos
que gesta a lo que me perteneces.
Vidas de ritmo, atestadas de ancianos,
abierto el techo del mundo,
planeta andado por lo titilante,
sangre y amor, ten de mí lo que desees.
Mata el sol, el mítico dios de dioses,
acuna la sal que la arena destella
en los rostros del mundo;
la felicidad, lo que te doy: lo que te mereces.

© 2018 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.

miércoles, 11 de abril de 2018

Letargo amoroso

Arrullo las cartas que datas a mi caída,
sentencio poemas para toda la sumida
desgracia que pulveriza sangre reprimida,
sed de mentiras, placer de boca consumida.

Madre santa que gozas de la pasión perdida,
obtén el deseo de ser fuente bendecida,
fe de la vuestra sonrisa desaparecida,
cantas el susurro blanco, noche repetida.

Olores de tantos besos que sufran la vida,
generosos de oro, la madurez unida,
dulzor meticuloso, hilo de miel asida,
manjar de mango, pasión de mi rancia herida.

Roza las almas que lloran por ti convertida
en la diosa que paga mirada convencida,
humanos por ella, querubín de la leída,
ella siempre vive, mi perfecta prometida.

© 2018 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.

domingo, 8 de abril de 2018

Entre tus letras

Soy la enredadera de tus letras,
la máquina de tu magia,
una inmaculada secta,
el rímel de tus pestañas.

¿Lloras por nuestra felicidad?
"Esto no es nada",
dice mi boca subliminal
con mensajes de tinta sagrada.

Te avergüenzas de ser niña,
mi dulce enamorada,
se te sonrojan las mejillas,
nerviosas después cuando me amas.

Dicen del corazón que con sus latidos
enamora al poeta más recio,
y será entonces el perfecto veredicto,
pues nuestro amor no tiene precio.

El orgullo de ser tuyo,
sagrado hombre para tu destino,
conquistadas letras son estas aguas,
las que fluyen por hoy domingo.

Tengo tanto que darte,
que cada día no es lo mismo,
cada día quiero enamorarte
hasta que Dios diga: "pronto seréis míos".

© 2018 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.

miércoles, 4 de abril de 2018

El peligro de la huerta

Algarabía que sufre el campo,
huertos fértiles, castillo domador,
luna mágica, cántame algo,
mézclate en las dunas de un escritor.
Amiga en lecho blanco,
juega con el eclipse sanador,
herida que cura al santo,
sagrado ente del esplendor.
Las mañanas, un albo,
un joven se jacta con el tambor
tocando las campanadas del año;
las doce ya son.
¡Por fin!, gritamos cada agrario,
cada quien con su tractor
arando el trigo casto:
dulce de la pasión.
Mendigando por el trabajo,
cosechamos la traición,
uno de ellos era un mago;
fue nuestra perdición.
¡Al ladrón!, todos chillamos,
suerte tuvieron al cazarlo,
con manos de salsa y picón,
al mástil del granero lo ataron.
¡Discúlpate con el señor!,
todos rugieron al unísono canto
las églogas del centurión,
que al granjero hicieron crucificarlo.

© 2018 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.

domingo, 1 de abril de 2018

El bastón de tu vida

Soy un hombre de reyes,
un siervo para tus masajes,
un don nadie que te sirve en plato
todos los besos que te entregue.
Soy un eunuco en tu custodia,
un conde sin tierras
por habértelas regalado
entre poemas y eróticos placeres.
Me llamas súbdito,
me tomas por tu lacayo,
entre sábanas soy tu señor,
el que siempre te obedece.
Mi propietaria, mi amor,
la dueña de mi eternidad,
soy el dios de tu corazón,
que al mirarte, pierde todos sus poderes.
Trátame bien y mal,
como a cualquier objeto,
como una pelota de fútbol
o el muñeco con el que juegues.
Soy el orgullo de tus diarios,
esos que escondes en tu alma;
seré la letra que te falta
y la historia que tú me ordenes.
Soy un lápiz para tus sueños,
la tinta suave de tus cuadernos,
el dulce tacto de tus carpetas,
o lo que guardas en tus portapapeles.
Soy la línea que no hallas,
el olvido, el material desorganizado
que prestas en tu mesa:
en ella seré tu estudio adolescente.
Busca en mí lo que más deseas,
el cuerpo que te abrace,
la llamada que te desespera,
tu día presente.
Soy el amo de tus pies,
el camino que siempre has querido,
el carruaje que nunca has tenido,
la sagrada joya que vive en tu vientre.
Soy un soldado de guerra,
un cabo para tus instrucciones,
el arma de tu mano,
el disparo mágico de nuestra fiebre.
Soy la empuñadura de tu vida,
el escudo que cubre tus necesidades,
la medalla que te condecora,
la armadura que siempre te protege.
Soy una bandeja de plata
donde encontrarás amor y más amor,
ensaladas, frutas y carnes,
para ti soy esa gran delicatessen.
Soy un perro, una mascota,
un maestro para tus tareas,
un hombre entregado a ti,
un caballo, y tú, mi jinete.
Soy la lanza que porta el universo,
tus manos la moldearán
a eso que ambos llamamos:
amor perfecto e imponente.
Pero lo que más soy
es un bastón mágico,
con él sostengo tu sonrisa:
la felicidad que siempre te mereces.

© 2018 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.

miércoles, 28 de marzo de 2018

Un poeta de ella

¿Qué es ser poeta?
Vender tu alma al Diablo,
pertenecer a otro Cielo,
dirigir tu ego al ser humano,
discernir qué es Bien y Mal,
andar sin pies en la tierra,
desafiar a todo el océano,
generar agua nueva,
ordenar que se queme el fuego,
engañar a un ángel
o morir cuando ya se está muerto.
Ser un poeta significa poco,
insuficiente... o más que eso, nada.
Ser un poeta es menos que una sílaba,
un gesto malogrado en el tiempo,
un falso nacimiento,
un ente dentro de ti
que tu espíritu te va comiendo.
Ser poeta es el orgullo de un espectro,
la sombra que te mece
sobre los brazos de lo eterno,
agonizar por amar el amor,
distanciarse del conocimiento,
buscar otra verdad,
permanecer siempre en silencio
y odiar la maldita soledad.
Mientras cruzas los brazos,
enquistas los codos en la mesa,
entrelazas los dedos
y finges ser cualquiera,
al final la lengua te puede,
y nace de ti la mayor obra maestra:
el corazón de un verdadero poeta.
¿Qué es lo que hace?
Lo que hace un poeta
es entregar la vida a donde se dicta,
a donde él quiera,
a lo que más le susurra el viento,
a lo que le alimenta.
Mientras los versos blancos
permanecen en pos del verano,
los medidos y más perfectos
duermen en el invierno, rezagados.
¿Qué es el poeta?
Una esencia, una vida literaria,
una congregación de santas pascuas
esputándose de los labios
hacia el mundo, hacia las gentes,
hacia ellas, las personas de otros universos,
de otros planetas,
donde yo no me encuentro,
aunque pertenezca a la Tierra,
yo no soy de ella,
y cuando una palabra mía se convierte en mito,
advierte de ser profecía,
mejunja de engreída,
se hace leyenda,
y finalmente, envidio a Lorca,
a Neruda, a Márquez,
o también a Juana la Loca.
Pero lo que más soy,
¿qué es un poeta?,
soy la granja de una saga
donde preñado siempre me siento,
dando a luz a la guerra,
cada jornada de mi vida,
por todo el amor que le debo,
a mi mujer:
solamente a ella.

© 2018 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.

Dedicado a un persona muy especial.

domingo, 25 de marzo de 2018

A campo abierto

Cosechas todo mi amor,
plantas en mí tu beso,
me riegas con la pasión,
soy el hombre más feliz del universo.
Siembras en mi boca una razón,
los millones de deseos,
trigo, café y maíz marrón,
soy el numen de tu cuerpo.
Dejas tu huella de rosado color
en la arpillera de mi cabello,
papa, tomate y frijol,
soy siempre tu alimento.
Agricultura de tus manos de carbón,
ojos que observas mi secreto,
cebolla y ajo de rojo bermellón,
soy el picante de tus fantasías y sueños.
Granjero alienígena para tu bello sol,
luna es tu guadaña de queso,
ara mi alma, soy tu grano de arroz,
soy el lácteo de tus senos.
Plato en blanco fulgor,
en salsa manchega me siento,
baño tus labios a mi son,
siempre endulzados con mi “te quiero”.
Árbol de la Vida sobre tu albor,
fruto mágico perfecto,
soy quisquilloso, niño de tu corazón,
vuelve a cosechar mi amor eterno.

© 2018 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.

miércoles, 21 de marzo de 2018

Poema

COMPAREMOS

Eres como un rezo
nunca antes creado por Dios,
una gota de agua jamás llovida
por la ausencia del amor.
Eres como el cabello del cielo,
ese brillante pelo del sol,
despeinado por la mañana,
con un poema azucarado en tu tazón.
Te pareces a la bruma,
a la niebla del monzón,
a los pilares de la Tierra,
con los que sostienes al hombre del dolor.
Tu faz, semejante a la luz,
un disciplinar resplandor,
lingote de oro macizo
que sabe a jengibre y limón.
Eres igual a los puzles,
un jeroglífico sin razón,
que por mucho que lo intente,
en jaque mate, por ti, mi rey cayó.
Como un bollo de canela,
crema y mermelada de fresón,
envuelta en sábanas mágicas,
eres olor a miradas de pasión.
Me encanta jugarte el beso,
hacerte nervios el corazón,
ruborizar tus lunares,
saciar tu agitada respiración.
Y tu enaltecida sonrisa,
poema en blanco para tu escritor,
es igual a la luna:
la de nuestro amor.

© 2018 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.

domingo, 18 de marzo de 2018

Poema

MI CAMINO DEL AMOR

Qué tendrás con lo que andas,
esos que son tus pies,
el camino que dejas atrás,
me dices con ellos que me amas.

Qué tendrán esas plantas,
me enrollo en ellas,
las serpenteo con lengua de dragón,
me abrigan como si fueran mi bufanda.

Ay, esos pies de tierra encantada,
qué tendrán, que no lo sé,
cuando los admiro por las calles
hacen de mi boca agua santa.

Ay, por favor, pies de mi enamorada,
¿por qué los sueño tanto
si son de ella, de mi mujer?
Deseo alabarlos cual Venus casta.

Me pierdo en la nada
por esos dedos de tus pies,
por cada recoveco de sus galanterías,
por ellos, yo doy mi vida en jactancia.

Nunca por ellos serás mancillada,
que dejas tras de ti el paraíso,
flores silvestres, verano inmaculado;
a tus pies van mis rezos y alabanzas.

¿Por qué pisas esta tierra tan deshumanizada
con esas dos eternidades con las que paseas?,
porque yo deseo más que todo
que tus pies caminen por mi alma.

Vuela por mi cuerpo, mente y ansia,
debo limpiar con mis labios
los pies de toda tu existencia,
esos con los que diste tus primeras patadas.

Y después, saboreé en ellos toda tu infancia,
tu adolescencia, tu juventud,
tu madurez y hasta, en el futuro,
poder rogar en ellos la pasión anciana.

¡Dios mío, necesito sus pies, los de mi dama!
Porque soy un mito en ellos,
profecía, leyenda, una historia inmortal
escrita en eso que ella le perfuma a magia.

¡Dios mío, mira que anda por ella España!
Porque no solo toda Europa,
ni los que engendran América,
también nace en sus pies mi Vía Láctea.

¡Dios mío, necesito sus pies, los de mi propietaria!
Porque me hago muerto y vivo,
un orgullo personificado en ellos;
en ellos vivo como las Líneas de Nazca.

¡Dios mío, por qué siento esta pasión desbordada!
Porque mi destino es ser sus pasos,
guiar a mi dulce doncella
con los pies de nuestra saga.

Qué tendrán tus pies, biblia de mi almohada...
Señor, perdona mis blasfemias
porque a veces pierdo la cabeza
por ella: mi mujer sagrada.

© 2018 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.

viernes, 16 de marzo de 2018

Poema

NOCHES DE ENSUEÑO

El cielo cierra los ojos,
enciende las luces de la habitación
sonrisa de plata,
cántame la nana del valor.
Hoy, noche perfecta,
soñaré con una flor,
bálsamo de cien orquestas,
origen pulcro, sedoso calor.
Bendita y joven pluma
de la esencia del escritor,
que ahora se duerme muda
en boca de tu sabor.
Castigo mi poema
con final redentor,
hechizo mis lágrimas
con la sonrisa de Dios.
Abrázate a mí,
seré tu hombre velador,
quién te arrulla el alma,
quién te diga: “te quiero, mi amor”.

© 2018 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno)
España.

miércoles, 14 de marzo de 2018

Poema

EL BESO

Me encanta ese beso de ella,
es tierno, dulce y mágico
como la mano blanca de la niebla
o el origen del Todo,
en voz de este simple poema.
Un beso que todo lo tranquiliza,
de un vacío, todo lo llena,
deja que las sombras en los labios
se conviertan en itinerantes estrellas:
mil soles de besos castos.
Me gusta mucho cuando me besas,
que con tersura me ansías,
me trasladas en forma de caricia lenta,
como si fueras una mágica palabra
pero dicha en silencio, de leyenda.
A veces es extraño ese beso
porque en un instante me haces marea,
me desmayas en un canto selecto,
yazco en tus manos, dedos y yemas,
esos tus dedos que riman con lo eterno.
Tu beso es una obra maestra,
todos los días lo necesito
como sangre al humano de la Tierra;
un beso tuyo cada día,
me calma toda espera.

© 2018 Elías Enrique Viqueira Lasprilla.
Eterno.
España.

domingo, 11 de marzo de 2018

Poema

"ELLOS" NO TE MERECEN

Aquellos que osan desfigurarte
con las ambiciones de un loco,
las purgas que continúan a insultarte,
el deseo por tus deseos
o las malas lenguas para degradarte.

En esas bocas masculinas de amante,
que gustan de superiores,
pero que gozan de ascos al mirarte
con tan solo un ojo espía
cuando te devoran por la calle.

Mujeres, ¡qué os oigan el baile!
Eso que llamáis: ¡soy libre!
Demostrad que ellos son nadie,
no valen más que insectos,
pútridos hombres, no merecen amarte.

Corazón puro, deben entregarte,
luz divina, amor y respeto,
conciencia, valor y anunciarte
que una caricia vale más que mil bocas
pronto de por vida, ensuciarte.

© 2018 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.

miércoles, 7 de marzo de 2018

Poema

ROSETA: LA DAMA MEDIEVAL

Rompí el óvalo vudú,
rojo, como el conde Don,
raro, igual que su juventud,
ristra de odio en pos.

Recé a culpa de su tabú,
rancia y gélida canción
rociando mi poema de luz,
regando su bosque, sin su aceptación.

¡Ramera petulante con tu actitud!,
rajas mi pasión,
ríes a suelta multitud
rimando con tu vil ocasión.

¡Ragnarok en copa, a tu salud!,
"renegado seas tú, mandón",
rubí empeñado de sádica esclavitud,
ruega sin mi adiós.

© 2018 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.

domingo, 4 de marzo de 2018

Poema

AMOR VIRTUAL

Me gustas mucho, y en virtualizado,
con tu nombre en Messenger
con los tonos en azul y blanco
y en una imagen de perfil
de poco tamaño.

Me gustas mucho, y hablando.
sea en una llamada o vídeo,
enviándote besos en pantallazos,
y sobre todo Wifi caído,
te quiero con voz de robot entrecortado.

Me gustas hasta en jpg, dibujo animado,
en documento Word
cuando me redactas algo,
sea un poema hechizante
o tu vida dejándola en mis teclados.

En Excel calculo la cantidad de lo que te amo,
que tanto te profeso,
pero, oh, el amor no tiene cálculo,
y termino con el Ppt,
firmándote en mis banners publicitarios.

A veces por WhatsApp, audios,
incluso vídeos hermosos
incluyendo algún que otro regalo,
pero lo que más me gusta de ti,
sea como sea, es tenerte en mis brazos.

© 2018 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.

miércoles, 28 de febrero de 2018

Poema

MI POETA

El poeta es un mago verde,
verde de envidia, por favor,
que a ningún verso, ya no obedece,
cuando se lo dicta la pasión.
Los poemas son su leche,
de ellos vive su amor,
para su mujer son un deleite,
son su Dios.

© 2018 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.

domingo, 25 de febrero de 2018

Poema

NO QUIERO SER

Quiero el perfume de tus ancestros,
el bálsamo de la magia,
el aluvión de las flores
embarcando hacia tus lágrimas.
Cuando me besas,
quiero olerte las palabras,
firmas tu sabor
con tu vida tan llena de gracia.
Quiero olerte la respiración
cuando me dices "calla",
desentrañar tu origen,
engullir tu alma.
Fruta del Edén,
entre letras vírgenes me llamas,
voz de vientre, mujer,
con ella me hiciste tu ansia.
Obedezco a tu sueño,
tu ley es mi única sustancia,
ya no me quiero pertenecer,
tú serás mi propietaria.

© 2018 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.

miércoles, 21 de febrero de 2018

Poema

EL BOSQUE DE UN ÁRBOL

Calma el aire,
suave y vespertino,
inteligente, flameante,
tántrico como el silencio.
Nubes te cruzan
al margen del águila,
ardillas juguetonas
bebiendo de tu viento.
Allí están las maravillas,
encauzadas en las hojas
como remares de los barcos,
los del recuerdo.
Visita mi mente,
guarda mis dolores,
sacia mi asombro
con tu copa al cielo.
Enreda mis temores
con las raíces de tu fe,
encuentra mi alma,
reside en tu viejo tiempo.
Dormiré en tus venas,
verdes de Gea,
hijas del mundo,
quiero ser tu universo.

© 2018 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.

domingo, 18 de febrero de 2018

Poema

EL SACRISTÁN

A veces pienso que lo haces adrede,
¡joven inepto, estúpido patán!,
eres un idiota hereje,
¡a ti te hablo, sacristán!
Por qué nunca me obedeces,
por qué te llevas el pan
del que comen nuestros parientes,
¡bandido, aquí nunca volverás!
Esta tu casa, ya no es de tu huésped,
sí, esa alma que mandas a regocijar
en estos lechos con rameras pudientes
mancillando nuestro hogar.
¡Deja de verme cual cordero de ira verde!,
animal de mí, no me degollarás,
traidor, ¡mísero juguete!,
Yo soy el señor al que te enfrentarás.

Obedeció a su amo inteligente,
y entonces el sacristán
a los pantalones se orinó como un retrete,
y colorín colorado, de esta obra ya no se hablará más.

© 2018 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.

miércoles, 14 de febrero de 2018

Poema

AMOR DE HOY, AMOR PARA SIEMPRE

El gusto por la poesía,
qué pensamiento me dijeron
cuando creí que moría
por culpa de un mundo para mí viejo.
En verano, un día,
fue una etapa de sosiego,
una tranquilidad tan magnífica
que la soledad ya no me era un tormento.
Me dijo la naturaleza misma:
"he aquí un momento,
hallarás la perfecta rima".
Y verdad fue que conocí su secreto:
el amor de mi vida.

© 2018 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.

lunes, 12 de febrero de 2018

Poema

HONOR Y GLORIA

Raíces del maternal arte
se cosecha con longeva fe,
me basta con observarte
y hacerte mi mayor obra: mi mujer.
Cuerdas atadas a Marte,
o "amarte" con las palabras del ayer,
el que te conquistó al enamorarme
de los ancestros que viajaban a tu merced.
Quizá suerte impertinente el velarte,
hacerte la viuda de lo que no se ve,
cubrirte con la saliva del aire,
mecerte en los brazos de mi poder.
Vestida de Eva sin desnudarte,
cubierta con una sola capa de piel,
embadurnada por mis manos al acariciarte,
dormida ante los gemidos del placer.
Arrullada y complacida tras desearte,
con la sonrisa de Venus en tu arder,
das a luz a las estrellas, dulce madre,
en este oscuro mundo donde nadie ve.
El sol descansa en tu baluarte,
querido cielo, infierno para comer,
Dios ha bebido del Grial, tu sangre,
la que viertes siempre en mi ser.

© 2018 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.

domingo, 11 de febrero de 2018

Poema

HARTO AZÚCAR

Chocolate, vainilla, nata,
trozos de nueces, almendras
y devastado de avellanas.
Pasteles llenos de dulce menta,
recién queso cortado en la tarta
y bizcochos de rebosante crema.
Galletas de vino bien horneadas,
jengibre de oro, la gran cena,
y el anís con uva negra troceada.
Finas lonchas de fresa,
vaso rebosante, comestibles cucharas,
y llega después la auténtica gesta.
Una impecable cata,
los sabores del Sena,
los que en tu boca se hacen Italia.
Beso, caricia que tienta
en las comisuras que bailan
con la fragancia de la pimienta.
Empapado con la salsa
del almizcle de cenicienta,
fruta y azúcar, harto me voy a casa.

© 2018 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.

miércoles, 7 de febrero de 2018

Poema

MI TODO

Cayeron dos sonrisas en mis manos
cuando partí la luna en dos,
te ofrecí la naranja de nuestros veranos,
en tu plato se hizo sol,
lloré por verte feliz a mi lado,
hoy ya somos un único emperador.
Cubrí tu cuerpo con el cielo tiznado
de origen a Dios,
las estrellas, juguetes lejanos,
durmieron con sus cinco dedos en tu corazón,
y el mundo que pisamos,
la madre que nos arropa de calor.
Cuando por fin he acabado
de ataviarte con esta canción,
el universo he recordado
que es nuestra habitación,
sus velas son de antaño,
su conocimiento, embajador.
Amén por el beso a tus labios,
en ellos rezó mi pasión,
donde van las oraciones de mis humanos,
a donde va todo escritor,
a donde morirá mi futuro anciano:
yo de mayor.
Cierra esos ojos tan avariciados,
como la sombra y el alma en un solo color,
con los que observas mi legado,
el que ya gesta en tu interior,
nicho de mi templo sagrado,
tú, la mujer de mi omnipotente amor.

© 2018 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.

sábado, 3 de febrero de 2018

Poema soneto

LA SANGRE QUE NACIÓ DE MI ENERGÍA

Traje más don mágico de otro mundo
arrancado del mecer de mi hamaca,
ataviado con negra letra flaca
y empañado con un amor profundo.

Aire que vaga por el infecundo,
esa señora de rostro de vaca
que conversa con lengua de una estaca,
pecho afable y un vientre de vagabundo.

Me cocinabas la modesta vida
mientras narraba vieja insolación
que el mundo, al puerco sucio merendabas.

Una guerra ganada, otra perdida,
anoche estuviste en mi habitación
para decirme que siempre me amabas.

© 2018 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.

martes, 30 de enero de 2018

Poema

MIS RECETAS SECRETAS DE AMOR

Quiero ser una barra de pan,
rebañar nuestros poemas
mojados en salsa de amor
y vino de seda.
Quiero ser tocino en orégano,
derretirme en tu boca de agua fresca
mientras te sirvo más ingredientes cárnicos
como un buen cordero empapado en su cerveza.
Deseo ser jamón ibérico,
o una chuleta,
un triplete de pan con cebolla
y enrollarme en tu lengua.
Que saborees mis aromas,
mis porciones tiernas,
mi amiga por nombre de Virgen
que por desayunos firma en sus galletas.
No pienses que seré un cerdo
de pesos de ochenta,
harto de jabugo
y al horno de las viejas.
Pero sí seré tímido,
aunque con zanahoria inquieta
rozando el mimo
de un conejo a la putanesca.
Sueño ser una tortilla española
para nuestras fiestas,
codiciemos su secreto,
¡que todo el mundo nos vea!
Anhelo darte de comer,
hacerme tu arepa
con carne mechada
y queso fundido de oveja.
Seré tu hombre y mujer
postrado en tarrinas de manteca,
devorarás mis labios,
me harás el amor con boca de almendras.
¿Te gustan los melocotones?
Serán nuestra siguiente obra maestra
con fragancia a nata montada
y champagne de curvas francesas.
Te cocino en nuestro aceite,
perfumes de sudadas hierbas,
aliento de aguacate
y sabor a millones de caricias caseras.
Quiero ser un arrumaco en tu cuerpo,
o ese mismo abrazo que dan las lentejas,
chorizo al buen remojo
y papas de nuestra tierra.
Un pastel será lo siguiente
con delicias de yema,
pupilas al tanto
del erótico dilema.
Mis manos serán torrijas
con sirope de fresa,
artistas de tu cutis
bañándolo con miel de abeja.
A continuación, la especialidad:
una gama alta de ingesta
de nutrientes y vitaminas
en toda su lasciva naturaleza.
El local se nos llenará
de comida a la japonesa,
clientes hambrientos
y jugos de belladona sedienta.
A veces nos mancharemos
con el amor de la ropa vieja,
ese potaje tan consistente
que te hará estallar la cabeza.
¡Boom!, ese sonido es el orgasmo
del chocolate a la tailandesa,
con sésamo, abracadabra
y placer a fruta perfecta.
La magia viene luego
con danza del vientre encima de la mesa,
gozando del resto de condimentos
atestados de besos y fervientes especias.
Nos reinan los banquetes
como los de la soberana de Inglaterra,
ansiosos de morder
la lujuria hecha crema.
El final, una lluvia espolvoreada,
un dulce de moldeadas caderas,
circuitos de vainilla y coco;
el Éxtasis de Dios y su Iglesia.
Después un buen café
con grano de cacao de América;
cuidado, está caliente
como la pasión del huerto de las sirvientas.
Oh, la hora del descanso,
con la tripa llena,
o tal vez no,
quedan las sensuales cerezas.
Una para todos vosotros,
otra para mi alma gemela,
una más nos dirá “te amo”,
y otra para nuestra vida eterna.

© 2018 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.

sábado, 27 de enero de 2018

Poema

EXHUMADO ES EL TIEMPO

Mil historias ejercen presión en el tiempo,
lo pliegan, lo destruyen, lo hacen agua
y luego se torna en fuego
quemando mil fonemas,
millones de palabras que hierven al sediento,
lo matan con algoritmos arcaicos
hasta contemplarlo aplacado de vida, viejo.
Canciones de cuna que van al olvido,
seducen los recuerdos de que antaño fue un ruego,
un ruego que nadie sabía explicar,
¿por qué rezar al viento
pudiéndolo hacer a un ser querido
antes de perderlo por tener un ego perfecto?
La guerra de los mundos
o la de los cuerpos,
es lo mismo, pues si un astro fallece,
el universo llueve a cientos de muertos.
Palabras mías, palabras sanas
con rimas de poco verbo,
solo bien ancladas a un propósito sencillo,
aparatoso a veces, impetuoso y secreto:
servir al amor como el mejor hombre
que no sabía nadie que vivía, no. Nadie lo supo eterno.

© 2018 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.