¡A toda vela!, mi barco y su figura,
rompeolas y jactante timonel,
¡arriba las anclas!,
el poder de las aguas en altura.
Por más noches, a oscura,
escribo mi diario con sangre de ron,
piratas de mis venas,
viajaré a por más aventura.
¡Cañones a bordo!, hombres de la basura,
esos marineros del mar,
benditos cada uno con sus corajes,
aguardiente y funerales sin cura.
Pájaro loco, ¡tu pico no madura!,
no deja escribir mi pasión,
no callas ni por una galleta,
tus gritos son una irritante armadura.
¡A por las espadas!, esto es una tortura,
la que precede una gran tormenta,
puercas sanguijuelas de los océanos,
yo mando sobre las aguas, y su hermosura.
© 2018 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.