Conocí el mundo y el universo,
me uní a ellos como a tu alma,
subí por las columnas del desánimo,
me conté como un segundo más en el tiempo.
Hice de mí una historia, un cuento,
un libro de valor arcaico
con letras de esclavo,
una biblioteca de pergaminos viejos.
Caminé con los herreros,
hombres de silente piel,
que hicieron de una espada
la mayor sabiduría del fuego.
Y de sus cenizas, el viento
me llevó a ese galeón
que surcó las guerras
donde hubo lágrimas, y un beso.
© 2020 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.