Al aire pronuncio
cuando la noche, aquí, yace en silencio,
entreteje las estrellas,
desnuda todos mis sueños.
Al aire siempre le toco
las canciones que dejé en silencio,
aquel piano que quise en la infancia,
el que de lágrimas viste con tanto abatimiento.
Al aire le digo lo que te pido,
que, a veces, me distraigo, ambicioso y terco,
ser el mayor grano de arena,
que jamás tuvo Dios entre sus dedos.
Al aire le pido sentarme,
llévame a su merced, a su sonrisa, a su encuentro;
no me traigas más infelicidad,
solo dime que seré feliz a su aire, a su beso.
© 2021 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.