SALVAJE ENERGÍA
Salvaje energía,
de esa de la naturaleza,
de esa de nuestro cuerpo,
la que nos corre por las venas,
la que nos hace después, muertos.
Tríada de eones
que convergen en nuestros cinturones,
los meteoros del universo
que nos yacen como simples mortales,
o tan solo partículas para algo nuevo.
Mañana moriremos
y resucitaremos
como extraterrestres en otro mundo,
en el Paraíso Eterno,
o también en el Purgatorio
esquinando al de Satán,
el Infierno,
donde las almas lloran
ser salvadas por culpa del Viejo Reino.
Salvaje energía,
¿qué cumples con tu desdicha?,
masacras las felicidades,
devastas lo que nos conservas,
que con tus cantos bellos de pájaros,
detrás de ellos escondes
la furia de tu naturaleza.
El silencio de la tormenta.
Salvaje energía,
mía eres como tuya es mi vida,
contigo me fundo cual cometa eléctrico,
rayo sísmico,
océano de fuego,
estampida de dioses
y Megido en tu corazón de hidra.
Soy pureza hecha alma,
por ti engendrada
y exultante de energía omnipotentemente digna.
© 2017 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.