Se prohíbe la copia de estos textos pero no su difusión.
Todos los derechos de autor reservados por:
© Elías Enrique Viqueira Lasprilla
Poesías
AÑOS QUE PASAN...
Padre que estás en los cielos...
Así empezaría este poema
rezando a tu gloria santa,
para ti, papá,
pues así te veo,
como Dios reencarnado
en mi vida hecha un extraño teorema.
Una incógnita innominada.
Niño feliz,
joven amante,
aventurero por fin
y hombre fascinante.
Has estado en todas mis etapas,
hasta en la de niño-adulto,
hasta ahora, en mi saga,
que pronto pasará a ser única,
independiente
y rica de magia.
Conmigo fuiste padre
y también madre,
pues al perder a ese único amor de mi vida,
al nuestro,
tú ocupaste ese lugar femenino
que tanto necesitaba.
Por cada lágrima que he desprendido
en solitaria existencia,
por ese descubrimiento tan especial
que es mi alma gemela,
tú me apoyabas,
y ahora un año más sumas,
uno a tu eternidad
y otros más para esta andanza.
Es poco hacer solo un poema,
pero si continúo,
Dios me castigará por borrar del mapa
las estrellas y sustituirlas
por tu sonrisa magna.
Esa con la que a veces me dices
a escondidas,
pero que te siento:
"te quiero, hijo mío".
Feliz cumpleaños,
papá de mi destino: mi fiel arma.
© 2017 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.
*** *** ***
La frialdad y la calidez de tu
nutrición,
con ellas pierdo la razón,
besos de conversación,
miradas de placentera perdición,
tus caricias me saben a un nuevo latir
por ti,
en tu emperador corazón.
Espero que seas mi dominio,
no quiero otro camino,
si no eres tú el mío,
entonces que tu alma sea mi eterno
destino.
Omnipotente ángel
y demonio de devotas verdades.
***
El perfume de tu vida me absorbe,
rimamos cada vez que el sol nos
acalore.
Esconderte en mi abrazo,
escudriñar mis latidos,
cada uno dentro de tu nido,
feliz en mi amparo,
y yo, naturalizado en tu
misterioso y silencioso canto.
Escribirte un beso,
desplomarte un bombón en tus
sentimientos,
construirte los deseos,
o mejor aún: un anhelo.
Uno de esos que se leen en tus
labios,
que quieren un “te amo”,
que dicen un olor del pasado,
que dicen un olor del pasado,
una mirada sin palabra de cuando
estuvimos a punto de separarnos.
Soñarnos y dormirnos,
más temprano que otras veces,
todo es para vivirnos
enteramente,
de afuera hacia dentro,
como tus besos, que me dejan sin
aliento.
El amor no tiene tiempo,
¿por qué se empeñan en hacerlo
testamento?
No muere ni se hereda,
y tú eres mi otra conciencia,
mi otra diferencia,
mi ciencia,
mi alma gemela verdadera,
una que me tienta sin yo poner
resistencia.
Eres eso que busco,
eso que no creo,
eso que aparece cuando siempre lo
deseo,
eso… No eres un objeto.
Eres mi propio secreto.
Mi Amor Eterno.
***
Los paisajes de la naturaleza no
son los únicos hermosos,
sino también los del interior de
las personas.
El amor y el matrimonio.
Dicen que la enfermedad del amor
se cura con el veneno del
matrimonio.
Equivocados desgraciados.
¿Qué ocurre entonces con los
ancianos?
Ellos saben lo que es la pasión,
sin dudarlo.
Os contaré una teoría rimada
sobre el amor y una fórmula
inesperada.
Lo que un cien por cien es el
amor,
el matrimonio es esa fórmula
extraña,
una que hace huir el cariño.
Lo esconde en un torturado
destino.
Un anillo no significa
casamiento.
Un beso sí es el matrimonio
perfecto,
donde la seducción fluye sin
descuentos,
al completo y a todo momento.
El amor es la evolución
de lo que el matrimonio es su
valor,
uno con un miedo tenaz,
una voluntad que empuja hacia la
libertad
formada por dos en uno.
Lo que se denomina alianza
inmortal.
Una buena teoría
expuesta en inéditas líneas.
Espero que con esto,
un “contigo para siempre”, me
digas.
El Génesis de Eterno: la
Supremacía Romántica.
***
La línea de tus labios firman los
míos,
devoran tus nutriciones que me
dan escalofríos,
tan jugosos de desafíos,
tiernos y carnosos de poderíos,
deseosos de excesivo señorío,
que codicio sembrar en ellos,
mi ley de amor en tu romance
infinito.
Amarte sin piedad.
Veo a través de los corazones,
y en el tuyo, hay romántica
pasión de verdad.
¿Sabes algo?
Me gusta soñar en tus labios.
***
No quiero dormir en tu seno,
no deseo soñar tu cuerpo,
envidio ser tu tiempo
y lo que no lo es, también es
nuestro momento.
Tan solo con esas cuatro líneas,
ya eres mía.
Flamante doncella,
mis únicas caricias que devoran
tus piernas
son las que adoran tus estrellas,
las que igual no soy capaz de
beberlas,
pero podré casarlas con mis lunas
eternas.
Sí, casémonos con tus llameantes
besos,
no quiero objetos anillados, solo
tus ojos que me dicen: “te juego”.
Un abrazo y millones de profecías
hasta exterminarnos,
superar tus fogosos rugidos
y engullir tus ardientes sentidos
sin dejar de succionarnos.
Todos míos.
No te voy a dejar ni uno vivo,
y cada uno que vale oro con
innumerables destinos,
el mío es tu sacro-maldito
periplo.
Dejémonos de sensuales musas,
exijo que seas la mía en mi
ducha,
la de las cascadas de corazones
que laten por tus luchas,
victoriosas en tus leyes
y románticas en mis omnipoderes.
Poetizarte no me espera,
pero sí apetecerte por cada
rincón de tus tierras,
mareas, huracanes, seísmos
lujuriosos e insuperables fuerzas,
impetuosa supernova de tu luna
llena.
Llena de potencial,
creciente de fauna brutal,
menguante de lenta sensualidad
y arrasadora de nueva vitalidad.
Que el sol no quede atrás.
Y yo soy tu crepúsculo, además.
Licántropa mía,
tocar tus labios con mi vida,
eso me es poco,
pues necesito tus vitaminas,
proteínas y bombas lascivas.
Robarte el alma,
convulsionar tus ansias,
fulminar tus furias tan
apasionadas,
oírte los deseos,
mirarte los besos,
soñar tu cuerpo
y dormir en tu seno.
Al final me has convencido,
pues, por lo visto,
he pecado con estas rimas desde
mi mismo inicio,
tan apoteósicas de voluptuosos
ciclos.
***
¿Has llorado?
¿En qué he errado?
Dime, por favor, ya que no puedo ser de
tu agrado
sin que, al menos, me dejes cristalizar
uno de tus llantos,
uno de tus llantos,
convertirlo en un colgante
para que descanse en mi corazón
que tu tan poderosamente atesoraste,
y ya abandonaste.
No soy un ángel,
no tengo armas ni escudos,
sin embargo, poseo un mejor seguro:
un amor puro,
el que te borrará los pasados duros,
los presentes oscuros
y un futuro inmaduro.
Desplomas lágrimas sin yo saber
lo que me intentas defender.
Dime por qué,
yo no lo sé.
Me caigo de lluvias en mis ojos
compartiendo diluvios con los tuyos
y los torrentes suicidas de los ángeles,
caídos y lamentables,
empapándonos de desastres
sobrenaturales.
Ahora son diablos de tus agónicos
estandartes.
Granizos que desgarran tu todo
y yo me despedazo por tu amor como un
loco.
Haré con cada uno de tus lamentos un
arca,
una que viaje al olvido de tu alma,
y luego, a un abrazo sin miradas,
solo sentirlo con una invisible palabra,
que no te voy a decir, pues creo que ya
la extrañas.
"Lo siento".
Mi pobre amada.
***
Tu nombre en mi boca sabe a
gloria,
el mío en el tuyo, es mi derrota.
El éxtasis de tu silencio
nos amanece un amor perfecto
con besos sin remedio,
todos ellos involucrados en tus
conquistadores momentos.
Vacío me siento
y tu vino no tengo.
¿Qué clase de rima es este inicio
sin fundamento?
Tranquila.
Solo es un buen aceite con un maravilloso
principio hacia lo eterno.
O el de un viaje por el destino
secreto.
Tal vez al infinito destierro.
¿Qué hay después de eso?
Pues lo que te divinizo en este
silencioso trueno.
¿Y luego?
No lo sé.
Soy un hombre, no un ente de
jeroglíficos abiertos,
solo tu acertijo sin tiempo,
uno de tus aceites tan
relucientes,
que bañarme en ti,
sería el placer de conocer
innumerables mundos,
aunque solo prefiero el tuyo,
donde mi evolución
es nuestra perpetua vida, juntos.
***
Dejé mi espada en tu armería,
ven a mis tierras y dormiré en tu
soberanía.
Cuida de mi corazón,
lo he dejado contigo
para que lata por tu alma
en vez de por mi eterna magia y
saga.
Te extraño en mi abandonado
tiempo,
te pienso, aún teniéndote delante
de mi espejo,
te silencio esos traidores “te
quieros”,
te acaricio desde muy lejos,
te abrazo en el olvido,
te susurro un beso,
te digo una pasión
y te hago un invisible amor.
Eterno y Génesis: el Armagedón
Seductor.
***
Diluviados mis ojos por volver a verte,
codiciarte y devastarte el ansia antes
de que me despierte
en tu corazón y sepa que ya no palpitas
mi fuerte.
Latir por ti y tú por mí, ya no me vale
como suerte.
Extinguir tu espíritu,
aniquilar la avaricia de tu jugo,
calcinar tu pasión de mi obra que en ti
dibujo,
efervescente, convulsionas en mi
embrujo.
Sí, bruja eres de mi rito,
conspiras contra mis infinitos,
me divorcias de tu amoroso seguro,
huérfano me siento,
y yo solo te escribo: "te
quiero".
Aleja tus acertijos de mi vida,
estás despedida de mi sempiterna herida,
una que yo me hice
por tu causa, engañosa sílfide.
Eres mi muerte
y no deseo seguir viviéndote.
Muchos anhelan que el viento les
bese con tu nombre.
¿No es mejor que tu céfiro los
adore?
Yo prefiero huracanarte con mi
orden
y deshacerte antes de que mi alma
robes.
***
Soy el romántico apocalipsis de tu
condenación.
Olvida mi nombre,
desaparece de mis dones
y jamás me adores.
Me llevaste algo de mí,
pero yo de tu caos insuperable,
por fin,
te arranqué el corazón de tu ruin
jardín,
ingrato paraíso al que llamé una
vez: “mi doncella de serafín”.
Ahora lo tengo y disfruto con sangrante
ambición de sacromalditos emperadores,
exprimírtelo hasta que lluevas
rojas cascadas de tus mancillados y ennegrecidos ojos innobles…
¿Para qué te cuento todo esto?
No es cierto.
Te dulcifiqué la vida,
y tú la mía, me la llenaste solo
de ira,
pero ahora, me da lo mismo que me
burlas con toda mentira.
Poseo lo que más anhelo,
y tú, danzante sirena de sirocos
y volcanes de hielo,
que sepas que te sigo queriendo.
¿Un beso?
No.
Solo un deseo:
adiós, mi doncella que ya no
sueño.
***
Tus caricias son mis lamentos,
tus besos recorren mi cuerpo,
mis brazos son tu sustento
y los acoges como un dulce
alimento.
Almas erradas,
ahora unidas más que nada,
todo fundido en tus deseos,
míos y siempre eternos.
Tu sed huele a mí,
tu lujuria, a festín,
tu sueño es mi supremacía
y tú, mi ley de avaricia.
Te siento lo mágico,
es tan revolucionario,
que me electrificas con tu
infernal látigo,
uno que chasquea: “te amo”.
Te oigo los labios,
“devórame con omnipoder
literario”.
Querida mía,
te voy a llevar a mi éxtasis
romántico.
La Revolución del Amor Eterno.
***
A mi lado eres mi amanecer,
por cada mañana te halago
ese tacto tan despacio,
y te desayuno sin dudarlo.
Ese placer de no dejarte escapar,
un momento tan sensacional,
de oro sublime,
o más bien un arca fulgurando tu
diamantino desatar,
entregándome una caricia en mi
cuerpo,
un detalle como un “te deseo”,
y una recompensa inmortal
uniéndome en tu secreto.
Eres mi tierra,
provocativa reina,
hecha con besos de urgencia
y pasión sin ciencias.
Tu mano entrelazada en mi vida,
una mirada que nos eterniza,
en ella puedo ver nuestra
profecía,
y tú en la mía, algo que jamás
sentías.
Mientes tus lujurias,
no me importa, pues yo te regalo
música,
una sin letras,
solo con lengua;
un nutritivo idioma
con mucha guerra.
Bélica fémina, vivo ebrio de amor
y drogado de exaltación.
¿Te digo algo bonito?
Tengo fiebre.
Espero que me revises con un
beso,
me ingreses en tu seno
y me operes con un: “te quiero”.
Nunca me des el alta,
pues ambiciono vivir por siempre
y congelado
en tus lágrimas llenas de felices
almas.
Paraíso mío, envidio tu destino.
***
Indestructible amor eres.
Tu exterminadora seducción me
precede,
tus lujosas artes místicas me
pueden,
significas mi obra maestra más
omnipotente,
oh, sí. Eres mi prohibida danza
indecente.
Contigo haría los siete pecados
capitales
en esta cuna de leyendas tan
conquistadoramente sensoriales.
Empezando por la Pereza,
descansaría en tu cuerpo de
salvaje naturaleza,
llegando con Envidia hacia tus
inmencionables riquezas.
Gula sería mi presteza,
continuando con la Ira,
proyectándola dentro de tu vida
para oírte rugir de placer,
perdida,
y después utilizar la Avaricia,
llenándote de enigma.
¿Y el Orgullo?
Es mi espadón
para hacerte la Lujuria con
grandiosa extinción.
Aniquilada no has quedado,
insaciable mía,
y me encanta, ya que ahora llegan
las virtudes
de nuestro vigoroso romance que
nos funde.
La Humildad de besarte con
dulzura,
la Generosidad de abrazarte con
ternura,
la Caridad de regalarte libre
galanura,
Templanza en nuestra erótica hambruna,
Diligencia en lúcidos sueños de
sensual bravura,
obteniendo la Castidad que nos
oportuna
en la Paciencia de eternamente
sellarnos en una runa
que escriba: “te amo, y moriremos
en una sola tumba”.
Eres mi armadura roja,
doncella de mi cultura de
supernova.
Eterno y Génesis, el dual Origen
de la Pasión.
***
Puedo dibujarte la vida,
puedo enseñarte muchas rimas,
soy capaz de engendrarte extraña
sabiduría,
sensibilidad y pura fantasía,
realidad y magia distintas,
música, omnipoder, divinidad,
abismo
y erotismo en constante cascada
fluida,
roja de amor y verdadera de pasión
unida,
a ti atada, glorificada y exilia,
pero lo que más te siento
es nuestro secreto de amor de
profunda tierra mística.
***
Eternizas mi alma,
bendita parca,
la corrompes con tu guadaña,
de sirena ilustrada.
arte venusiana
y dulce como mi luna llena apasionada.
Exijo una respuesta de tu amor,
bruja poderosamente hechizante,
tu sortilegio es mi trance
y el místico esoterismo de mi
corazón.
Latiré por ti cada vez que me
mates
con tus caricias arraigadas a tan
distantes,
fuera de mi tierra sin cosechar,
tu guadaña siempre me ha de
sembrar,
nuestra eternidad.
Poeta legendario y escritor
eterno.
***
Rimar contigo es imperioso, pero
también tiene su guardia.
Intentemos alguna nueva
sensación, una exquisitez con mucha audacia.
Erase una vez una lágrima,
una de esas felices y
entusiastas.
Viajó a un tren sin vuelta,
solo con billete de ida y con
mucha distancia,
una que ya no regresaría
a un libro de cariñosas páginas.
Esa lágrima era un cuento,
una fantasía con demasiada magia.
Conoció a otra como ella, un
llanto de fuerza.
Se enamoraron y lloraron
riquezas,
unas que soñaban despiertas
y siempre vivirían sedientas.
Pero en un futuro próximo,
nuestra aventurera lágrima
sufrió un aniquilador dolor
melancólico.
¿Por qué?
Empezó a llorar por todo,
aunque más por su amor roto.
La lágrima murió en vida
lluviosa,
acompañada por un aluvión de ira,
una misericordiosa
y repleta de seducción
misteriosa.
Los ángeles diluviaban con ella,
caídos, por supuesto, como
nuestra pobre y fallecida doncella.
Esa historia es hermosa,
pues denota existencia valerosa,
una que un día exilié,
pero contigo, recuperé
con uno de esos besos que te
dijo: “volveré”.
***
Juguemos un poco. Puede ser
picardía o una seductora rima,
una exquisita, o yo la llamaría:
“el alma te devoraría”.
Empecemos por tus sonrisas,
esas que me dicen: “me admiras”.
Me encanta suavizártelas,
eternizarlas y, tal vez, me
olvidaría
narrarte una saga sin vida,
pero de fulminante pasión te
vestiría.
Vamos ahora con tus ojos,
son hermosos,
o mejor dicho, omnipoderosos,
siendo el izquierdo mi amor-odio
y el derecho: nuestro eterno
matrimonio.
No creo en anillos, solo en
nuestro beso,
de eso, sigue tras tus ojos tan
jugosos.
Dicen que una mirada de serafín
es brutal.
Querida saga mía, yo te narraría
que es verdad,
o tal vez algo mejor: mi profecía
celestial.
En ella te puedo lujuriosamente
cautivar.
Vamos con el éxtasis.
Gobernadora mía,
bruja de todos mis días,
eres perfecta, pero es un
problema,
y tu belleza me fascina,
sin embargo, me olvida.
Me olvida decirte una auténtica
rima,
una donde nos soñemos, dormir en
tu ira,
furia maligna, la devota, no la
destructiva,
conquistada en mis redes, no me
hizo falta más,
solo un banquete poético, aunque
no me gusta ya,
pero ahí estás, mujer de mi
emblema universal,
fuera y dentro de mí diciéndome
un beso,
uno que yo te prometo… No, no
creo en eso.
Las promesas se rompen, y lo que
yo te ofrezco
es mi cielo eterno.
Tu origen es mi génesis,
emperatriz mía.
Mis “te quiero” y “te idolatro”
son escasos,
pero en tu nutrición,
lo que más me gano,
es nuestro destino, no en vano,
sino uno devastadoramente firmado
en lo más apasionado
de nuestro secreto conjurado,
uno al que yo llamo:
“no me perderás, mujer de mi
romántico estrado”.
Eterno y Génesis, los orígenes de mi
dualidad.
***
Te dejaré de amar cuando un
escritor sea capaz de escribir sangre de lágrimas,
narrando tu nombre cual puñalada
brutal, o más bien sablazo letal,
uno mortal, traidor, egoísta,
incomprendido y equivocadamente monumental.
He leído algo sobrenatural,
no me hizo ninguna gracia,
pues ese amor estaba totalmente
errado en mí
y escribió herejías contra mi
inicio, duración y fin.
Te deseo, pero no esperes que sea
lo que tú anheles,
no conjures contra mis
omnipoderes,
orgullo dime, me lo trago,
sin embargo es mejor que pecar
como alumno y maestro en tu mal halago.
Conmigo no se juega,
doncella de atacantes poemas.
Me has demostrado que permaneces
como todas,
ya no lo aguanto. Fuiste cruel,
ahora una venganza infiel,
que recaiga sobre tu fe.
Cortar por lo sano,
sin letras de falsos,
que como yo vea una,
tu mundo quedará aniquilado.
***
Simple y directo:
Hola, aquí estoy,
espero no haberte hecho daño,
pues eso no soy reencarnado,
sino tu amor, a tu corazón,
eternamente sellado.
***
El tiempo grita: “adiós”.
El corazón late: “no te vayas,
por favor”.
El cerebro dicta: “ahora, nueva
vida sin compasión”.
El alma comprende: “me has
destrozado el perdón”.
Y yo, te digo: “te deseo y
extraño, mi amor”.
Los cinco ejemplos del pentágono
de una humillante redención
para nacer un renovado valor
en busca del lucero de tu secreto
y divinización.
***
Pensarte estés o no,
olvidarme en decirte: “te quiero”.
Perdona, pero al menos en esta
mañana,
despertarme contigo,
y ya estás dentro de mi alma.
***
Injuriada tu eternidad,
¿olvidas lo que es tu vitalidad?
Eres mi estigma,
produces poco amor y demasiado
dolor,
uno con el que puedo jugar de
maravilla,
tu odio es mi pasional rencor.
¿Amor? Lujuria y devoción,
dime un beso y te susurraré un
abrazo,
uno que te empale el corazón,
y te gobierne mi exiliado
estrado.
Ahora, tu perfecta eternidad
es nuestra renovada vitalidad.
***
Qué perfume no regala besos
resueltos,
tu abrazo no llega a un buen
viento,
pero sí que obedece a un perfecto
firmamento,
al nuestro.
al nuestro.
Diosa de todas, eres un sueño,
uno del que formar hermosas
pesadillas,
ricas todas ellas cuales fortunas
en constante vuelo,
miro a una y observo una
maravilla:
valor eterno.
Esos días en los que estamos
lejos,
a veces pienso que estoy muerto,
vivo en tu lujo secreto,
e inmortalizado en tus bellos
recuerdos.
***
Ira tremenda que desprendo por tu mundo,
fuego inquieto y supernova del
Apocalipsis,
te vas de mi vida diciéndome nada puro,
¿para qué amarte, si luego huyes de mi
culto?
Mi ritual no te favorece,
tu vigor me desaparece,
tu pasión se me desvanece,
adiós, viejo amor que perece,
volveremos a vernos si me perteneces.
***
De los cuatro amores que poseo,
uno eres tú, mi sustento,
el otro, tu corazón bello,
el siguiente, tu espíritu perfecto,
y el último, tu beso materno.
Algunos cuentan leyendas,
otros cantan mitos sin riendas,
destinos atados a ti y a mí,
espero que conjures nuestra vida eterna.
Bueno, no todo debe ser tu poesía en mis
ojos y amor. Solo en los tuyos, y en tu pasión, puedo conseguir lo que más
anhelo.
La felicidad de tu ley.
***
Tus espejos son un mundo,
me gustaría perderme en ti por un
segundo,
pedir que me ames, no es mi lujo,
prefiero que te lo ganes, pecando
de moribundo.
Un beso deseo de ti, oh, reina de
mi detalle oscuro,
luz de tu fogosidad ahoga mi
magia,
espero que sepas que tu cuerpo es
mi desnudo
y tu alma, mi pobre infortunio.
Eres mía,
doncella fría,
cálida de vieja vida,
omnipotente de mi eterna fantasía
y majestuosa para mi dulce dicha.
***
Uh, deleitado estoy en tu bello deseo. O
tal vez creo que debería alejarme de ti. No, no quiero vivir en ti ni fuera. Me
haces daño.
Impuro corazón o fantasioso amor.
Existes pero eres irreal.
Aquí te dedico algo especial:
Oscuridad eres para mis saberes,
conocimiento impropio de mis deberes,
deberes que no hago porque me adormeces
en tus brazos llenos de efusión con
inefables creces.
Me puedes y me hieres,
yo también te duelo, ya que quieres,
me oyes un beso y te fulmino el cuerpo
donde nuestros mundos solamente son
infieles.
Pecar sin ti no es virtud,
hacerlo contigo es todo un lujo,
¿por qué rimar? Soy un búho.
Esa me fue una rima fatal. Lo dudo.
En fin, gobernadora mía,
duerme esta noche por siempre,
que mañana será otro día,
para poder doblegarte eternamente.
***
Me acabo en vida,
tu existencia la tengo desunida,
alma descosida,
poema de esencia incomprendida
y tú me amas a leyenda repetida.
Repetida eres,
por todas partes me sientes,
quiero soñar lo que me cuentes
y dormir en ti por siempre.
Siempre te enamoré,
ahora solo te abandoné,
sin embargo inmortalmente te querré
para luego ser tu eterno omnipoder.
***
Hagamos un pacto,
no, eso es de mucho infarto,
prefiero ser tu mito legendario
antes que morir sin tu preciado pecado.
Lo perfecto no existe,
no obstante, eres mí hermoso cisne,
uno donde nunca de tu amor irme,
exquisita doncella de mis imposibles.
Pitonisa mía, mejor licántropa, anhelo,
me encanta cómo aullas en el tiempo,
tu fauna eterniza nuestro momento,
te deseo, y tu ley es mi rezo.
***
Experimento en tu inocencia,
una caricia no es solo tacto que
silencia,
sino una agradable experiencia
y un recuerdo de mi causa a tu
consecuencia.
Un abrazo para tu devoción,
encerrado en tu habitación,
si me alejo de ti, no te preocupes,
ya me he sellado la primera vez en tu
corazón.
Un beso prohibido,
fue el invento de uno de mis vecinos,
uno se llamaba amor frío,
y el otro, pasión para tu éxtasis
divino.
Las promesas son falsas,
no me hagas perder la cabeza,
obedezco tu imperio con lujuria sin
fuerza,
doncella y eternidad mía,
deseo entrar por siempre a tu luna
llena.
***
Siempre eres mujer y me adhieres
con lava de beber,
tú, mi doncella simbólicamente
diabólica,
mi emblema de fe y mi néctar de
insaciable sed,
firmas mi imperecedero poder.
Pasemos ahora al hombre, alguien
que obedece a pobres,
¿por qué tanta feminidad y no una
apoteosis monumental?
Soy tu embrujo de paraíso sin
flores,
no seco, sino lleno de infinitos amores.
Cicatrizas mis dones y los llevas
al firmamento de todas las pasiones,
obsequias promesas rotas. Yo,
solamente te quiero en mi joya.
Mi reloj del tiempo te vale como
perdiciones,
lo cambias a un futuro repleto de
glorificaciones.
Siguiendo con esto, podría
continuar por tus calores,
matarte a besos y crucificarte en
mis religiones,
ciencias cualesquiera para tus sirenas
canciones.
Llevé un mensaje al viento,
ese que me dijo tu nombre,
uno que me susurraba: “Silencio”.
Al final, me bautizó con abrazos
en licores.
Una lágrima dejé en tu pecado,
una que se escribió en ti,
espero que me la leas con tu voz
de espíritu legendario,
pues así viviré en tu majestuoso
imperio innominado.
¿Sabes una cosa?
Poetizarte es una vida lujosa.
Poeta eterno y saga propia
***
Expiro en tu fe,
devoción de mi ser,
tu beso de sensual mujer
es la musa de mi poder.
No todo tiene por qué ser
romance,
a veces, tu cubierto cuerpo es mi
trance,
lujo con todo detalle,
inmaculada doncella de mi arte.
Poco tengo pero mucho me
engrandeces,
sin palabras, consigo dormir en
tus amaneceres,
soñémonos siempre
y mañana, volveré a quererte.
***
Hagamos el mejor poema del
cosmos,
pero soy uno solo,
no podría sin ti,
¿por qué siempre estoy enlazado a
otro?
A tu corazón, de ningún modo.
Cuerpo, piel, textura, hielo y
mujer,
todo eso no me vale para comer,
avaricio nutrición tuya,
engullirte a abrazos y fomentarte
el perfecto placer,
uno sin goce, solo con hacerte
perder,
me basta para tu universo, al
mío, coser.
El mar nos enjaula,
¿te cuento una historia sin mis
insolentes amenazas?
Una que tú siempre me enlazas
y me acabas enamorando con tu
rosa caramelizada.
Erase una vez tú, mujer,
que me intrigas perpetuamente,
nos lujuriamos en nuestro propio
idioma,
uno que solo nuestras muertes
entienden,
enterradas en la arena de una
playa…
No, mejor sepultados en las hojas
de tus mañanas.
Eso es poco. ¿Qué me pasa?
No soy capaz de rimarte a la
perfección,
ya se me van las ansias,
sin embargo, puedo quererte
mejor,
con esta historia de amor,
que se me escapa con mucho temor,
por Dios,
necesito tu dolor,
es mi pasión,
dulce bombón
y brutal beso de cañón.
¡Increíble explosión!
Lujuriosa supernova y femenina
atomización.
Recupero poco a poco
tras terminar nuestra historia
escasa,
no me importa, la convertí en
poema en llama,
una de vela, o mejor dicho: de
alma.
Una leyenda, es poca caza,
la que te persigo
por cada reino de tus miradas.
Siendo solo uno, no me salió el
mejor poema del mundo,
pero al menos, estás en mi fruto,
ese que se llama,
amor profundo.
***
Dedico tus abrazos,
antes de caer en pedazos
a tus fundiciones de un plumazo,
me desterraste de tu vida,
de un portazo.
antes de caer en pedazos
a tus fundiciones de un plumazo,
me desterraste de tu vida,
de un portazo.
Sentimiento roto por un latigazo,
todavía tengo la poderosa herida de tu arañazo,
uno que conservo como dulce sablazo,
fuego ardiente y corazón hechizado.
todavía tengo la poderosa herida de tu arañazo,
uno que conservo como dulce sablazo,
fuego ardiente y corazón hechizado.
Me has perdonado,
yo no podría porque te he errado,
mi espíritu deseo que esté maniatado,
para no volverte hacer tanto daño.
yo no podría porque te he errado,
mi espíritu deseo que esté maniatado,
para no volverte hacer tanto daño.
Recuerdo derrumbado,
abandonado y olvidado,
espero ser de nuevo tu campeón logrado,
antes que morir como un pobre diablo.
abandonado y olvidado,
espero ser de nuevo tu campeón logrado,
antes que morir como un pobre diablo.
***
Algo que te dedico:
Los diccionarios del mundo son demasiado furtivos,
vocabulario clandestino,
seducción que te escribo
e idioma definitivo.
e idioma definitivo.
¿Sabes cuál es?
Uno que dice nada,
uno que no habla,
uno que siente y calla,
uno que sella letras para formar frases de sagas,
párrafos e historias,
secretos de magias,
uno que enlaza una lengua viciada.
El mejor “te quiero” del mundo,
el que nos adora nuestras ansias,
tú en mi boca, y yo en tu alma.
Eterna lujuria mía,
eres mi romántica supremacía.
***
Llantos de meteoros,
flamas mortales que funden nuestros
triunfos pasionales.
Hacerte el amor de fuera hacia dentro,
convulsionarte por cada parte de tus
deseos,
oírte estallar de implacables celos,
devorarte el alma sin miedo,
engullir tus besos,
ansiarte el cielo
y enamorarte a continuo placer
suculento.
Fulminarte todos los sentidos,
derretirte en noches extrañas,
¿por qué lo son?
Tal vez la oscuridad nos atraiga
con hambre, sed y lujuria ilimitada.
Respirar por ti cuando te pienso,
latir de ti cuando te fortalezco,
vivir en ti cuando te gobierno,
soñar sin ti, de amor me muero.
La Erótica Nocturnal.
***
Ese tiempo de estar lejos,
ese ciclo de permanecer tan cerca sin
vernos,
ese anhelo de estar juntos,
ese momento de tenerte en mi mundo
y no poder por la realidad que nos
destruye a cada segundo.
¿Sabes lo que es de verdad?
Que puedo latir por tu eternidad.
***
Tu eterno con mi eterno,
hagamos de esto un sueño de sueños.
Me lo arrebataste todo,
abandonaste mis mañanas,
te llevaste mi corazón y mis jeroglíficas magias.
Me lo exterminaste de algún modo.
Bajo los aluviones de los ángeles,
caídos,
permaneciste lloviendo en mis ojos, diablos malditos,
degusté tus llantos de olvidos,
amparé los engaños de tus bélicos halagos locos,
los amamanté por cada extinción que me decías: “ya no
hay nosotros”.
Doblegada tú en mi pecho,
mi abrazo, ¿para qué hacértelo?
Tus cristales de negra y blanca agua son los míos,
llamémoslos lágrimas de tu traidor romance diamantino,
uno que ahora pesa en mi amuleto perdido,
exiliado de tu amor prohibido.
Te vas, ¿y nada más?
Adiós, soberana mía.
Y en dos segundos regresas.
Vaya sorpresa.
¿A qué?
“A recuperar nuestra profecía nueva”,
me dijiste eso con torrenciales tierras muertas,
que ya no pude negarte mi existencia entera.
Ahora enriqueces mis recientes lamentos,
con los tuyos, viejos de tormentos
y afortunados de unión con imperecedero tiempo.
Bajo esta lluvia de serafines,
solo uno llora de felicidad,
eres tú, mi innovadora vitalidad,
la que volvió sin dudar
a mi néctar pasional.
“Te amo, origen de mi verdad”.
Esas palabras tuyas,
jamás las dejaré marchar.