lunes, 16 de julio de 2018

Mi rincón especial

En el valle de la paz
escribo poemas para un dios,
el que se hace llamar Amor,
el que enhebra abrazos y un beso.
Viajan estas letras a donde vivo,
a la mujer que llamo mi hogar, mi rezo sagrado,
a ese perfume de su piel:
su sudor del que siempre me impregno.
Bautizado por ella, vida tras vida,
bajo las tintas de estas almas,
las que yo leo como Apocalipsis al Demonio,
y tú las lloras como anillo a tu dedo.
Vuelan estas letras a ese lugar que corono
como el cosmos del cosmos,
uno solo mío, de mí,
a la mujer que es mi espejo.
Me titulo como guardián
cuando le doy la espalda al sol
y me transformo en su noche,
al entrar en tu dulce sueño.
Letras que a ojos enamorados
contemplan el sentido de las estrellas,
de lo que no soy capaz de entender,
y lo comprendo todo en tu sonrisa que sostengo.
Palabras que te dan felicidad
como contorno de ojos infantiles,
a esos donde diluvia mi amor,
a esos por los que siempre muero.
Allá donde se desespere mi alma,
allá ya estaré renacido,
en el latido que es mi latido,
a la propietaria de mi amor eterno.

© 2018 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.

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