martes, 3 de julio de 2018

Fuego Eterno

Uno de esos vientos radiantes
que azota el desierto, montes, volcanes
o los cimientos de los mundos jamás pensados.
Por el magnífico Grito de Munch,
el que avivado cruza tus besos,
estalla en los míos, tan deseados.
Pide testamento, pues aquí no habrá paz,
solo guerras, faunas con colmillos de agua,
dioses en busca de tus ojos enamorados.
Embiste con el monarca león, tigre,
jaguar, elefante o la sabana entera,
si en ti hallo los poemas más asalvajados.
Dios es mujer
en boca de tus deseos,
en rezos de los desesperados.
Ávida, devastadora en nuestro imperio,
cede con tu abrazo hervido
el anillo que nos hará desposados.
Junta, discrimíname, furia conmigo,
forma con tus uñas a Nazca en mi espalda,
sé mis enigmas más soñados.
Bautizada tu alma,
Vía Láctea acunando tu corazón,
ahí estoy yo, mi hogar, mis destinos eternizados.

© 2018 Elías Enrique Viqueira Lasprilla (Eterno).
España.

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